Este mes estoy de nuevo ante el ordenador comenzando a escribir para el público de Aarti, para ti. Se han dado las circunstancias para animarme a escribir de nuevo, y lo cierto es que me gusta :)
Llevo toda la semana pensando en el tema sobre el que quiero hablarte, en lo que podría ser más interesante... y me costaba escoger...
Me preguntaba: <<¿Hablo sobre pañales de tela o sobre porteo? ¿Sobre lactancia? ¿O mejor sobre el piel con piel?... ¿Cuento aspectos sobre la maternidad desde el punto de vista de la madre? ¿Del masaje infantil y de su importancia?>>...
Como ves, tenía la cabeza echando humo y sin ni siquiera haberme decidido, ni me había puesto a teclear.
Y al final encontré mi tema... ¡Pues claro! Lo que lo conecta todo...
el contacto
Así que te voy a contar cuál es el leitmotiv de A-Brazos, el porqué de estar haciendo lo que hacemos.
Nuestra forma de enfrentarnos a la maternidad y paternidad es solo nuestra, quiero decir que cada cual escoge de manera voluntaria cómo actuar, cómo responder ante la personita que llega hasta nuestros brazos un buen día.
Pero hay <<opinólogos>> por todos lados.
Pueden ser personas de tu entorno cercano, o pueden ser expertos, médicos, psicólogos, escritores, etc.
Puedes escuchar a unos, o a otros, o si quieres volverte un poco loco, a todos. Puedes coger un poco de aquí, un poco de allá, y dejarte guiar o acompañar.
Nosotros en casa hemos ido haciendo según nos sentíamos más cómodos, pero hay algo de lo que nos dimos cuenta muy pronto. Tenemos unos maestros o guías perfectos en nuestros propios hijos.
Os cuento lo que me han enseñado a mí mis maestros, este es el gran aprendizaje que me ha traído la maternidad.
Un bebé recién nacido es puro instinto, aún no tiene capacidad de ser racional, no podemos hacerle comprender, simplemente te ve, te escucha, te huele, te saborea, te siente.
Está utilizando la parte cerebral más primitiva, la más instintiva, y sabemos, porque se han realizado estudios científicos sobre este asunto, que la mayoría de las conexiones neuronales se dan durante el periodo de la primera infancia. Es decir, lo que ocurra en esta etapa, va a generar "mejores" o "peores" conexiones cerebrales, lo que establecerá muchos de los comportamientos futuros de esa persona.
Además, el bebé nace inmaduro a otros niveles, de hecho no puede desplazarse de manera autónoma y la comunicación es muy limitada, por lo tanto, necesita desarrollarse aún un tiempo fuera del útero.
Y nuestra especie, con estos bebés aún inmaduros, ha sobrevivido durante miles de años gracias al contacto.
Desde el punto de vista biológico, parafraseando a Nils Bergman, <<el medio del bebé es la madre. Nada de lo que el recién nacido hace tiene sentido excepto desde el punto de vista del cuerpo de la madre>>.
Y además, sigue siendo totalmente dependiente durante meses, y va adquiriendo independencia poco a poco.
Así que nuestro bebé nos necesita, y nos necesita cerca, su instinto le dice que sin nosotros no tiene la supervivencia asegurada, así lo ha dispuesto naturalmente nuestra evolución. Por eso el bebé llora cuando está lejos de nosotros.
... y a nosotros, los padres, nos ayuda a sintetizar hormonas y neurotransmisores que generan confianza, armonía, placer, protección... y todo ello crea un vínculo con el bebé que nos ayudará a cuidar de él de manera segura y amorosa.
En definitiva, todo se hace más fácil y llevadero... y nos enamoramos perdidamente de esa criatura para siempre.
Por eso, desde A-Brazos difundimos este mensaje, por eso promocionamos el contacto ya sea a través de portear o llevar a tu bebé, del masaje infantil, de las caricias, de la crianza corporal, del piel con piel, de los abrazos, de la lactancia materna...
Como dice una experta en este tema llamada Elena López, <<ayúdame a difundir el contacto>>.
Te invito a dejarte sentir, a <<escuchar>> lo que tu bebé te está pidiendo, lo que también tu cuerpo mamífero te pide.
No te digo que hagas de una u otra manera, te animo a que observes vuestra sinergia cuando estáis juntos, a que observes a tu bebé y descubras que tu necesidad de contacto es también una necesidad fundamental, como lo es la alimentación. Este es también nutritivo, le aportará nutrición emocional y afectiva.
Somos mamíferos, y la crianza en los primeros meses de vida tiene menos de racional de lo que podamos pensar. Déjate llevar por tus instintos y disfruta de este momento de vuestras vidas que pasa tan deprisa, y que por otra parte tiene tanta importancia para tu bebé.
Como sabes, en A-Brazos te ofrecemos productos y actividades para que colmes de contacto a tu bebé... y también a ti mism@.
Y tú... ¿gozas de La Magia del Contacto?
¿Se han despertado en ti los instintos?
*Artículo originalmente escrito para al revista Arti, revista distribuida en Ibiza. Mayo de 2015