jueves, 2 de marzo de 2017

Los mitos del porteo: ACOSTUMBRARSE A LOS BRAZOS


    En muchas de las consultas que recibimos sobre porteo, o incluso en los mismos talleres, me encuentro con cuestiones que podríamos llamar 'los mitos del porteo'.
Algunos de ellos son creencias populares que nos llegan como consejos a los padres, sobre todo a los primerizos.

Ya se sabe que de esto de criar sabe todo el mundo, y todos te ofrecen, quieras o no, sus bienintencionados consejillos. Tu madre que ha criado cinco, la suegra que otros tantos, la vecina del cuarto, el panadero, la señora mayor que te para por la calle para decirte que pobrecito como le llevas ahí...

Pues eso... bendita paciencia.

    Lo que ocurre algunas veces es que tanto nos lo repiten, o quizás no nos sentimos aún seguros en nuestro nuevo rol de padres, que terminamos por pensar: "¿Y si es verdad esto que me dicen?"

Además, por el entorno cultural en el que nos movemos o por esa inseguridad de la que te hablaba, solemos tener arraigadas ciertas afirmaciones que nos llevan a pensar cosas como que el porteo no le gusta al bebé o que necesita ir en otra postura...

    Por eso hoy empiezo a contarte más cositas sobre contacto, para desmitificar esas sentencias sobre la crianza que están relacionadas con el porteo.

      Esta serie de post se llamará "Los mitos del porteo" 
y vamos a ir desgranándolos en varias entradas...


Comenzamos con eso de... 
SI LE LLEVAS MUCHO EN BRAZOS SE ACOSTUMBRARÁ

     En nuestra sociedad es muy frecuente que te digan que no cojas al bebé en brazos en seguida que empieza a quejarse o a llorar, porque se va a acostumbrar.
Pues te voy a contar una cosa, a ti que me lees, los bebés no se acostumbran a los brazos, los bebés vienen programados para estar en brazos.
Vamos con un poquito de evidencia ;)

Imagen extraída de morguefile
    Los bebés no son independientes, eso está claro, pues necesitan de un cuidador que les ayude a satisfacer sus necesidades: la alimentación, el sueño, la higiene, el calor, el movimiento...
De hecho, somos uno de los mamíferos menos desarrollados en el momento del nacimiento por lo que necesitamos tener un cuidador principal que es sinónimo de supervivencia.

    Los cuidados maternales, ese instinto que surge al tener en los brazos a un recién nacido, no son más que el resultado de años de evolución para la continuidad de la especie.
Y los bebés vienen programados para esperar eso. Justo eso.

    Necesitan saber que alguien les cuida, y eso les mantiene a salvo. Si está en algún otro lugar que no son los brazos, el bebé se siente desamparado, inseguro, en peligro. Por eso los bebés recién nacidos lloran cuando, despiertos, les dejamos en carros, cunas, minicunas, camas, sofás, hamacas... Algunas veces también mientras duermen necesitan la seguridad que les da el cuerpo de la madre, y si sienten entre sueños que les hemos dejado sobre algún otro lugar que no sea el mullido, calentito y aromático cuerpo de su madre... se despiertan y lloran pidiendo eso, justo eso.
Los bebés necesitan contacto, como una necesidad biológica, no por capricho.



    Y a eso, no le acostumbramos. El bebé ya conoce mis brazos y mi cuerpo, ya sabe que eso es lo que necesita, de manera instintiva. Porque sabe que en contacto con sus padres va a estar seguro.

En cambio, al resto, es a lo que tendrá que acostumbrarse, a estar en el carro, a estar en la hamaca, en el coche... a estar lejos de nuestro cuerpo.

A todo eso le vamos a acostumbrar nosotros, y además, si queremos. La crianza con contacto y cercanía va a proporcionar el entorno óptimo para que el bebé pueda desarrollarse en su máximo potencial, así que... ¿por qué no les ofrecemos aquello que sabemos que es lo naturalmente previsto? ¿Aquello que va a permitirles un desarrollo óptimo?

    Y ahora que te he contado que estar en brazos no es algo a lo que tienen que acostumbrarse, porque viene de serie... reflexionemos: 
¿de verdad alguien cree que puede pasar la primera infancia de su bebé sin cogerle en brazos? Como especie no caminamos hasta que tenemos al menos 1 año...
¿o realmente pensamos o sentimos que cogerles o llevarles en brazos va a ser algo que les perjudique? Si es lo que como especie nos toca, ¿puede ser negativo para ellos como seres humanos?
Y aunque se "acostumbraran", como dice el mito, ¿es malo que un ser se acostumbre a ser cuidado, escuchado, amado?

    Y bueno, si la excusa de los que opinan esto es que no vamos a poder llevarles en brazos toooodo el día, que se lo pregunten a las mamás que portean en exclusiva, aquellas que no usan carrito ;)

Por supuesto, llevarles en brazos es más cansado, pero con los portabebés adecuados y prestando atención a nuestras necesidades cuando porteamos, es posible, claro que sí. Y no por ello estamos desatendiéndonos nosotr@s.

    Siempre digo a las familias una cosa que tengo muy clara, y es que este tiempo en el que nos necesitan tan intensamente es muy corto, pasa en un abrir y cerrar de ojos... y nuestr@s hij@s se merecen, y las madres y los padres nos merecemos, disfrutar al máximo de #LaMagiaDelContacto

"Derribemos el mito" de que son nuestros bebés los nos necesitan, que es verdad, pero nosotr@s también les necesitamos a ell@s, y en mi caso, no he descubierto aún quién necesita más a quién...


    Por último, te dejo con un vídeo muy interesante en el que nos cuentan que los bebés han Nacido para ser porteados.







    Y antes de terminar con esta esta primera entrada sobre los mitos del porteo, ¿te cuento de qué irá la siguiente de esta serie? También va de esto de acostumbrarse............. 

Próximamente...
A algunos bebés no les gusta ser porteados





Y tú... ¿has escuchado consejos sobre no cogerle en brazos?
¿Qué has hecho en estas situaciones?

jueves, 16 de febrero de 2017

Cuándo empezar a portear a la espalda


    El porteo es, sobre todo, una herramienta de manos libres. Es aquel instrumento de crianza que usamos para seguir con nuestro día a día mientras atendemos al bebé de la mejor manera posible. En nuestro entorno cultural, salimos a pasear, vamos a la compra, dormimos al bebé en casa... facilitándonos la adaptación a la maternidad y paternidad.
Cierto es que para este tipo de actividades, casi ningún padre o madre de recién nacido me pide en una consulta de porteo poner al bebé a la espalda. De hecho, cuando les muestro cómo colocar una bandolera a la cadera, les parece rarísimo poner al recién nacido en esa posición.

    En cambio, en otras culturas es normal poner al bebé a la espalda pues las actividades que realizan en el día a día lo hacen necesario. En otros lugares lo "normal" es ponerles a la cadera. 
Y en general, en nuestro ambiente, lo "normal" es llevar al bebé delante, como cuando le sostenemos en brazos, pegadito al pecho. Tenemos necesidad de tener mayor libertad de movimiento para nuestros quehaceres diarios mientras le vemos y le sentimos seguro a un palmo de distancia. No queremos romper con el contacto visual.

    Pero con la mayoría de los portabebés se puede colocar al bebé a la espalda, por eso muchos papás preguntan al explicárselo:
¿y cuándo se se puede poner a la espalda?

Y la respuesta es: 


Cuando vosotros queráis, bien sea porque os sea necesario, bien sea porque os apetezca.

 
     Eso sí, desde aquí os vamos a dar unas recomendaciones básicas sobre el inicio del porteo a la espalda ;)
Habrás de tener en cuenta estos puntos:

- Necesidades concretas de tu familia
Es muy probable que a un primer hijo le porteemos delante por más tiempo que al segundo o al tercero.
También es frecuente que si nuestros hijos se llevan poco tiempo necesitemos portear a la espalda para seguir cogiendo y jugando con el "mayor".
A veces el porteador ha de realizar alguna actividad para que la es necesario portear a la espalda.
En alguna ocasión habrá un bebé con mucho peso que es más cómodo de llevar a la espalda.


En conclusión, dependerá siempre de las necesidades únicas de cada persona o familia. No hay un momento idóneo para iniciarse, ese es el momento de cada familia, en el que se sienten preparados y tienen la necesidad de hacerlo.







- Portabebés
Has de asegurarte de que tu portabebés se puede usar a la espalda, tiene que ofrecerle al bebé soporte para la cabeza* y deberás colocar al bebé en posición ranita, la misma que cuando le porteas delante.
* El soporte para la cabeza es fundamental en bebés pequeños en que aún no hay control cefálico. No lo es tanto en bebés más mayores a no ser que se nos quede dormido a la espalda.

- Destreza con el uso de tu portabebés
Si nunca has usado un portabebés, será más sencillo aprender a usarlo delante, por la seguridad que esto te aporta frente a poner al bebé a la espalda.
No quiere decir que no se pueda aprender a usarlo directamente a la espalda, pero en la mayoría de los casos, si tenemos una mínima destreza previa con el porteo delante, será menor el tiempo de aprendizaje a la espalda.

- Edad de tu bebé
No es lo mismo llevar a la espalda a un bebé recién nacido, que a uno ya gateador, que a un bebé de 18 meses.
La fase de desarrollo en la que se encuentren nos lo puede poner más sencillo o más complicado, y hemos de contar con ello a la hora de practicar.
Tampoco será lo mismo llevar a un niño al que nunca hemos porteado que a uno al que hayamos porteado con frecuencia en otras posiciones.
Una recomendación para usar ya tu portabebés a la espalda es que el bebé no debería obstaculizar tu campo visual, pues esto puede ser peligroso al no saber por donde pisas. Así que cuando sea suficientemente alto para no permitirte ver tus pasos, pásale a otra posición. Yo te recomiendo la espalda, seguro mucho más cómoda porque nuestro cuerpo está mejor preparado para la carga del peso a la espalda ;)



    Y tras estas premisas antes de comenzar, me atrevo a hacer una lista ;) Generalizando, permíteme que te dejo un listado de portabebés y la edad en la que en la teoría se podría iniciar el porteo a la espalda. Siempre atento a las recomendaciones que te dimos antes.

- Fular tejido: desde recién nacido, pues podemos sostener la cabeza con mucha seguridad y mantener la ranita de la misma manera.
- Mochila emeibaby o evolutivas: desde aproximadamente 2-4 meses. El soporte para la zona cervical es levemente menos estable que con el fular, por lo que recomendamos que el bebé tenga algo más de control cefálico que al nacimiento.
- Fular elástico: dependerá mucho del dominio que tengamos del fular, y de la elasticidad que tenga. Se puede usar con bebés pequeños, desde el nacimiento, con más de una capa de tela será más seguro probablemente.
Por el uso habitual que le damos al elástico, nos parece que no es habitual portear con él a la espalda, pero de todo hay ;)
- Bandolera: desde recién nacido, aunque cierto es que tampoco es la posición en la que más la usamos tradicionalmente. La bandolera nos da la opción de, con algunos movimientos simples y rápidos, pasar al bebé a la espalda desde delante o cadera para alguna actividad concreta, y volver a la posición original en un momento.
- Mei tai: si es un mei tai evolutivo que te permite colocar al bebé desde bien chiquitito, podrías también usarlo a la espalda si tiene buen soporte para la cabeza. Nuestra recomendación suele ser desde 1-2 meses, pero ya sabes, tú decides
- Otras mochilas no evolutivas: el uso de este tipo de mochilas es de segunda etapa, es decir, desde que el bebé se mantiene sentado, con fuerza suficiente en la columna cervical y dorsal. Tanto delante como a la espalda =)
- Portabebés ligeros: Este tipo de portabebés son llamados "ayudabrazos" y no dan soporte cervical (ni dorsal en bebés mayores). Si se llaman así es porque necesitamos que una mano les sostenga ligeramente aunque estemos soportando el peso sobre hombro y espalda. Como podrás suponer, va a ser complicado que podamos mantener al bebé con seguridad en la espalda, solo si es un bebé grande que puede agarrarse a nosotros y necesitamos llevarle "a caballito" con ayuda. Te recomendamos que actúes con sentido común :D



    No hay afirmaciones categóricas en esto de cuándo comenzar, porque el porteo es una herramienta viva en cada familia, que se desarrolla en función de nuestras necesidades, de nuestra pericia, de nuestras ganas de probar... Así, te podemos aconsejar desde nuestra experiencia personal y profesional, pero tú tienes la última palabra con cada una de estas situaciones y portabebés.



    Por ejemplo, nuestro consejo es que los talleres de porteo para aprender a usar el portabebés a la espalda pueden ser una buena manera de comenzar. En ellos cuentas con la seguridad y la confianza de que una experta te ayude y te muestre la manera óptima y segura de empezar a portear a la espalda. Y además, personalizado a tus propias necesidades y a la edad de tu bebé. Busca una asesora de porteo para estas primeras veces, será un acierto seguro ;)






    Espero haber resulto dudas. Si tienes alguna otra consulta, puedes comentar en este mismo post, y por supuesto, si quieres contratar una asesoría o taller de porteo en Ibiza, puedes hacerlo AQUÍ.



Y tú... ¿cuándo comenzaste a portear a la espalda? 
¿Es tu siguiente paso en el porteo?

lunes, 2 de enero de 2017

La Magia del Contacto*


    Este mes estoy de nuevo ante el ordenador comenzando a escribir para el público de Aarti, para ti. Se han dado las circunstancias para animarme a escribir de nuevo, y lo cierto es que me gusta :)

    Llevo toda la semana pensando en el tema sobre el que quiero hablarte, en lo que podría ser más interesante... y me costaba escoger...
Me preguntaba: <<¿Hablo sobre pañales de tela o sobre porteo? ¿Sobre lactancia? ¿O mejor sobre el piel con piel?... ¿Cuento aspectos sobre la maternidad desde el punto de vista de la madre? ¿Del masaje infantil y de su importancia?>>... 

    Como ves, tenía la cabeza echando humo y sin ni siquiera haberme decidido, ni me había puesto a teclear.


Y al final encontré mi tema... ¡Pues claro! Lo que lo conecta todo...
el contacto

Así que te voy a contar cuál es el leitmotiv de A-Brazos, el porqué de estar haciendo lo que hacemos.

    Nuestra forma de enfrentarnos a la maternidad y paternidad es solo nuestra, quiero decir que cada cual escoge de manera voluntaria cómo actuar, cómo responder ante la personita que llega hasta nuestros brazos un buen día.
Pero hay <<opinólogos>> por todos lados. 
Pueden ser personas de tu entorno cercano, o pueden ser expertos, médicos, psicólogos, escritores, etc.
Puedes escuchar a unos, o a otros, o si quieres volverte un poco loco, a todos. Puedes coger un poco de aquí, un poco de allá, y dejarte guiar o acompañar.

    Nosotros en casa hemos ido haciendo según nos sentíamos más cómodos, pero hay algo de lo que nos dimos cuenta muy pronto. Tenemos unos maestros o guías perfectos en nuestros propios hijos.


Os cuento lo que me han enseñado a mí mis maestros, este es el gran aprendizaje que me ha traído la maternidad.

    Un bebé recién nacido es puro instinto, aún no tiene capacidad de ser racional, no podemos hacerle comprender, simplemente te ve, te escucha, te huele, te saborea, te siente.

   Está utilizando la parte cerebral más primitiva, la más instintiva, y sabemos, porque se han realizado estudios científicos sobre este asunto, que la mayoría de las conexiones neuronales se dan durante el periodo de la primera infancia. Es decir, lo que ocurra en esta etapa, va a generar "mejores" o "peores" conexiones cerebrales, lo que establecerá muchos de los comportamientos futuros de esa persona.

    Además, el bebé nace inmaduro a otros niveles, de hecho no puede desplazarse de manera autónoma y la comunicación es muy limitada, por lo tanto, necesita desarrollarse aún un tiempo fuera del útero.

Y nuestra especie, con estos bebés aún inmaduros, ha sobrevivido durante miles de años gracias al contacto.

    Desde el punto de vista biológico, parafraseando a Nils Bergman, <<el medio del bebé es la madre. Nada de lo que el recién nacido hace tiene sentido excepto desde el punto de vista del cuerpo de la madre>>.
Y además, sigue siendo totalmente dependiente durante meses, y va adquiriendo independencia poco a poco.

    Así que nuestro bebé nos necesita, y nos necesita cerca, su instinto le dice que sin nosotros no tiene la supervivencia asegurada, así lo ha dispuesto naturalmente nuestra evolución. Por eso el bebé llora cuando está lejos de nosotros.


    Si le tenemos cerca, si le llevamos en brazos o en un portabebés que respete su desarrollo físico, si le acariciamos y le estimulamos mediante el tacto, si le masajeamos y le ofrecemos nuestra cercanía y contacto, le estamos aportando muchos beneficios. El contacto continuado contribuye a establecer conexiones neuronales en el bebé que estimulan la seguridad, el placer, el amor, la tranquilidad...
... y a nosotros, los padres, nos ayuda a sintetizar hormonas y neurotransmisores que generan confianza, armonía, placer, protección... y todo ello crea un vínculo con el bebé que nos ayudará a cuidar de él de manera segura y amorosa.


En definitiva, todo se hace más fácil y llevadero... y nos enamoramos perdidamente de esa criatura para siempre.

    Por eso, desde A-Brazos difundimos este mensaje, por eso promocionamos el contacto ya sea a través de portear o llevar a tu bebé, del masaje infantil, de las caricias, de la crianza corporal, del piel con piel, de los abrazos, de la lactancia materna...
Como dice una experta en este tema llamada Elena López, <<ayúdame a difundir el contacto>>.

    Te invito a dejarte sentir, a <<escuchar>> lo que tu bebé te está pidiendo, lo que también tu cuerpo mamífero te pide. 
No te digo que hagas de una u otra manera, te animo a que observes vuestra sinergia cuando estáis juntos, a que observes a tu bebé y descubras que tu necesidad de contacto es también una necesidad fundamental, como lo es la alimentación. Este es también nutritivo, le aportará nutrición emocional y afectiva.

    Somos mamíferos, y la crianza en los primeros meses de vida tiene menos de racional de lo que podamos pensar. Déjate llevar por tus instintos y disfruta de este momento de vuestras vidas que pasa tan deprisa, y que por otra parte tiene tanta importancia para tu bebé.

    Como sabes, en A-Brazos te ofrecemos productos y actividades para que colmes de contacto a tu bebé... y también a ti mism@.



Y tú... ¿gozas de La Magia del Contacto?
¿Se han despertado en ti los instintos?

*Artículo originalmente escrito para al revista Arti, revista distribuida en Ibiza. Mayo de 2015

jueves, 29 de diciembre de 2016

Haciendo balance...


    Este año termina.
    2016 ha traído muchas experiencias, y ya se acaba. Haciendo balance, como cada año, tengo mucho que agradecer. 

En breve A-Brazos cumple sus 4 años, con el inicio del 2017.

Este ha sido el año del nacimiento de la pequeña Arianna y todo lo que trajo consigo <3

Me he embarcado en otra formación de porteo que hace tiempo tenía en mente.

Estoy terminando de dibujar un proyecto que me apasiona, y que aunque requerirá mucho trabajo, seguro que merece la pena.

Sigo aprendiendo día a día de todas y cada una de las familias que pasan por A-Brazos.

Me siento infinitamente agradecida por todos vuestros regalos, que son muchos.

He pasado muchos ratos en familia este año, intentando encontrar el equilibrio entre este proyecto que me encanta pero es muy absorbente, y estar con los míos.

Los míos siguen ahí, sosteniéndome, como siempre.

    Así que no sé si puedo pedir mucho más para el próximo año. Las experiencias han sido puras y hermosas. Solo seguir sintiendo que hago lo que deseo hacer, amando aquello en lo que trabajo.

    Sí que tengo propósitos, por supuesto, entre ellos, que mis días sean más productivos y eficientes ;) 
Quiero tener CONFIANZA, DETERMINACIÓN y SEGURIDAD. Estos son 3 de los pilares que me propongo para el año que entra. Ya os iré contando.

    A-Brazos sigue siendo para mí como un hijo, un hijo que gestamos y parimos a medias Paula y yo, y así sigo sintiéndolo. Así que quiero tratarlo con todo el Amor que se merece. Espero que los que nos acompañáis lo sintáis así cada día.
Hoy no quiero dejar pasar la ocasión de agradecer a todos aquellos que habéis hecho posible que hayamos estado aquí un año más, con dedicación y cariño por lo que hacemos.
A ver si para el aniversario puedo traer algo más por aquí :D

    Sí tengo claras algunas cosas que no quiero. 
No quiero intentar llegar hasta donde no puedo, quiero ser realista. No quiero forzar la máquina tanto como para sentir que me ahogo. No quiero dejar de sentir este proyecto como un caminito bello.

Muchos os extrañáis por el horario de la tienda, y yo solo puedo decir, mientras sonrío, que tenemos horario conciliador. No puedo ofrecer más tiempo en la tienda, simplemente porque no sería justo para mí ni para los míos. Nos merecemos disfrutar del momento y eso supone poder compaginar.

    Este nuevo año traerá sin duda nuevas metas y propósitos, también para A-Brazos. Nuevos episodios que superar. Nuevas vivencias. Nuevos proyectos.
Espero que desees seguir con nosotros para seguir aprendiendo juntos, y para que podamos seguir promoviendo la crianza con tacto
Me siento feliz de haber llegado a tantas familias, pero quiero llegar a más, a muchas más, para que puedan gozar de la m(p)aternidad, una experiencia única de crecimiento y amor.




Gracias por estar a nuestro lado, gracias por la confianza.
Hasta el año que viene ;)


miércoles, 14 de diciembre de 2016

El vínculo, por Marta Selas


    Hoy son sentimientos a flor de piel los que te traigo: orgullo, admiración, amor... AGRADECIMIENTO INFINITO Y PROFUNDO.

    Tengo el placer de presentarte a mi hermana, Marta, y lo que ella siente por su bebita, mi sobrina, Ari. Una niña que no ha dejado de recibir Amor desde el mismo instante en que fue tomada en los brazos de su madre, y que ha traído muchos aprendizajes, además de entregar también todo su amor a esta familia.

    No digo más porque ellas, por medio de las palabras de la mamá, van a llenar tus ojos de lágrimas, estoy segura.

<<    Llevarte en mi vientre, sentirte crecer, tranquilizarte con mi respiración, cerrar los ojos y notarte flotar, pensarte a ciegas, mimar cada día el vínculo

Y entonces naciste tú...
...y en ese mismo instante todos los sentimientos que había tenido al llevarte dentro de mí me supieron a poco. Porque al ver tu cara, al sentir tu piel pegada a la mía, al mirar tus ojitos, al olerte... ¡todo se magnificó!

    Por fin estabas aquí, por fin fui realmente consciente de ti, de tu grandeza. Una emoción enorme embriagó todo mi ser, y desde ese mismo instante solo podía mirarte y no hacer nada más.

    Tú solita te fuiste abriendo camino para llegar a mi pecho... y cuando lo conseguiste, un nuevo giro en la rueda de los sentimientos.

Otra vez éramos una
De nuevo unidas, aquí estaba el vínculo, una vez más.

    Una hora y media a solas, una hora y media de intimidad familiar. Papá, tú y yo. Una hora y media de reconocimiento, de escuchar nuestras voces sin eco, de sentir nuestras pieles mucho más cerca, de encontrarte con papá sin intermediarios. Nuestros primeros momentos de familia y siempre sin dejar de mirarnos.
Una hora y media en la que parecía que el tiempo había decidido esperarnos en nuestro retiro, para dejarnos hacer más estrecho el vínculo.

    Y de repente, subidas y bajadas en ascensores, al igual que en mis sentimientos, para llegar a una habitación (que no iba a ser las nuestra) en la que nos esperaban familiares deseosos de verte y de poder tocarte. 
La puerta siempre abierta, la habitación nunca vacía. El vínculo esperando agazapado entre las sábanas a que llegara la noche para poder acercarnos un poquito más.
Y yo me sentía cada vez más perdida entre los conocimientos que había adquirido en unas clases cuadriculadas. Unas clases para todas las mujeres embarazadas, sin distinción, sin hacer hincapié en las individualidades de cada caso, de cada parto, de cada vínculo. Unas clases obsoletas al fin y al cabo.
Cada vez más perdida escuchando consejos, que distaban mucho de lo que yo había aprendido, incongruencias. Cada vez más perdida...

    Yo, una mamá primeriza, inexperta a los ojos de la mayoría, sin haberme empapado lo suficiente de los conocimientos necesarios acerca del parto, de la lactancia, de la crianza... Para el resto una mujer moldeable, domable, a la que legarle en conocimientos todo lo que hay que saber para actuar como una madre. Como si fuese así, como si hubiera una sola forma de hacer, como si todas las crianzas fueran la misma.

    Entonces, entre todos esos sentimientos que me invadían y que me hacían pensar que el vínculo estaba cada vez menos latente, una sola frase: 
"Haz lo que sientas, déjate llevar"

    Y después de un par de semanas sintiéndome perdida, fuera de lugar, desconocida para mí misma, no sabes cómo agradecí esas palabras. Me abrieron la mente, el corazón y el alma a SENTIR. A darme cuenta de que no había una manera buena y una manera mala de hacer las cosas con mi bebé. Que estaría bien hecho si yo sentía que estaba bien, si ella sentía que estaba bien.

    Y así aprendí a hablar con el vínculo, a mantener conversaciones y discusiones que nos llevaron a crear algo mucho más fuerte, más sólido, más nuestro.

    Quizá todo habría llegado de forma natural, porque ahora sé que lo llevaba dentro. Yo tuve la suerte de tener a esa persona cerca, que no quiso hacer el camino por mí, sino que me iluminó para que yo lo hiciera con mi niña. Desde aquí, GRACIAS.

    A partir de ese momento, ya vino todo rodado. Te conocía y me conocías. No he vuelto a sentirme perdida.


Y si alguna vez he podido despistarme en nuestro camino juntas, te he cogido con dulzura, te he pegado bien a mi cuerpo y te he envuelto en nuestro fular.
...Ese que se ha convertido en nuestro mejor aliado
En nuestro nuevo nexo de unión.
En nuestra manera de estrechar el vínculo.

Muchas veces, simplemente para ver pasar la vida juntas mientras paseamos. Otras muchas, para calmarnos, sentir nuestros cuerpos y acompasar nuestros suspiros.
Siempre práctico, pero sobre todo, siempre cálido.




   Y así vamos viviendo día tras día de tus cuatro mesecitos... amamantando el vínculo, porteándolo para hacer crecer lo que el cordón un día unió. >>



Y tú... ¿has descubierto el vínculo?
¿Te has dejado llevar por tu instinto?

lunes, 21 de noviembre de 2016

La pelvis en el embarazo *



El cuerpo femenino en todo su esplendor, eso es el embarazo, así lo siento.


Cada vez que he estado embarazada me he sentido plena y capaz, poseedora de algo muy valioso, la capacidad de acompañar a la Vida que crecía y se abría camino a través de mí.
Y esto es así porque nuestro cuerpo está diseñado de manera perfecta, me maravilla cómo nos transformamos en esta etapa... en este caso en el ámbito más físico y terrenal.

      Hoy siento que una parte importante de todo este mecanismo al servicio de la vida es nuestra pelvis, nuestra maravillosa pelvis.

      Desde que un pequeño bebé anida en nuestra matriz, siendo tan solo unas pocas células que se dividen una y otra vez, empiezan a producirse cambios, sutiles al principio, y mucho más evidentes a medida que va pasando el tiempo de la gestación. Nuestra pelvis es la protección del bebé que habita seguro en su interior, es la fuerza que le acompaña cada día hasta el momento del nacimiento, es la que le balancea al ritmo materno mientras crece, es su contención.
La pelvis se adapta perfectamente a los cambios anatómicos que ocurren en el embarazo, a la recolocación de los órganos en su interior, está preparada para ello. Las mujeres disfrutamos de esa facilidad de ser un nido apacible durante estos meses sin muchas veces ser conscientes de ello.



      Nuestra pelvis es móvil, cuenta con múltiples articulaciones que le permiten colocarse y recolocarse para atender las necesidades del momento, como por ejemplo la sínfisis del pubis o las articulaciones que la unen al trocánter del fémur de cada una de las piernas. En función de los movimientos que realizamos, conseguimos abrir más o menos diferentes ángulos que son muy importantes para el descenso del bebé durante el nacimiento.

      Yo nunca pude imaginar que de mi pelvis pudieran obtenerse tamaños espacios, porque son mucho mayores de lo que podemos visualizar en principio; si nos paramos a observar y a sentirla, dimensionaremos realmente su tamaño y su capacidad de movimiento.

El lenguaje no verbal del parto
      Durante el parto, una mujer es capaz de ayudar a bajar a su bebé a través del canal que la pelvis le ofrece; de manera instintiva seguramente seríamos capaces de abrir nuestra pelvis justo de la manera en que nuestro bebé nos lo está pidiendo, y digo seguramente, pero sé que es así. Nuestro cuerpo nos dicta los movimientos si lo sentimos y nos adentramos en el trance del parto, aunque haga muchos años que dejamos de escucharnos.
      
       Yo misma empecé a reconocer y reconectar con mi pelvis durante el embarazo de mi pequeña gracias a mi doula, que me mostró lo que mi cuerpo era capaz de hacer. 
Mi pelvis en movimiento al servicio del nacimiento de mi bebé, qué gran descubrimiento este de que mi cuerpo tiene la sabiduría para acompañar ese momento. Cómo abrí mi mente y aumentó mi confianza...

      El lenguaje no verbal del parto es fascinante, yo estoy cada día más embelesada con ello. Es una danza de movimientos armoniosos y poderosos, abriendo camino, buscando los espacios de los que disponemos gracias a la gracilidad y movilidad de esta zona tan femenina. 
Por eso, tomar contacto, visualizar, sentir e integrar las sensaciones que nos produce el redescubrimiento de nuestra pelvis es algo maravilloso para vivir y movernos desde una mayor conciencia en el embarazo y para prepararnos para el parto.

       Nuestra pelvis está conectada con otras zonas de nuestro cuerpo; si estas zonas están bloqueadas, de forma consciente o inconsciente, también lo estará la pelvis. Además de esto, es una zona que guarda mucha memoria corporal, por lo que otra posible causa de bloqueo puede ser que nuestro cuerpo, para no conectar con sensaciones, información y/o vivencias de cualquier momento de nuestra vida, tense los músculos, como hacemos cuando intentamos retener el llanto tensando la musculatura del cuello.
Es importante tomar conciencia, permitirse tiempo para descubrir y conectar con ella, desde la suavidad y el respeto, porque no siempre puede resultar fácil, por varios motivos.

       En A-Brazos realizamos clases semanales de Conexión en el Embarazo, donde la toma de contacto con la pelvis es uno de los puntos fuertes, además de la respiración, visualizaciones, afirmaciones u otras formas de liberar bloqueos que pueden estar tensando los músculos y bloqueando su movimiento libre, fluido y armonioso.

Imagen extraída de Morguefile
Y tú... ¿has descubierto la magia que se esconde en tu cuerpo? 
¿Te dejas llevar por el instinto?


*Artículo originalmente escrito para Aarti, revista distribuida en Ibiza.

miércoles, 31 de agosto de 2016

Hace calor pero... ¡sigue porteando!


      Y antes de que termine el calor, que ya queda poco pero aún vienen los últimos coletazos... El verano y el porteo...¿incompatibles?
No tiene porqué si seguimos unas recomendaciones que nos hagan la vida más fácil en épocas estivales y calurosas.

      Llevo semanas con este post entre mis tareas pendientes... Sé que se termina el verano, que nos quedan apenas 20 días, pero aún hace calor, al menos aquí, así que espero que muchos os animéis a sacar vuestros portabebés de paseo.

    Cuando las familias vienen a preguntar por portabebés de cara al verano, hablamos de las diferencias entre unos y otros, y hablamos también un poquito de tejidos que en principio son más frescos. Hay familias que buscan un portabebés exclusivo para el verano, es decir, lo más fresco posible, y ya de cara al frío, ya verán, o tienen otra cosa preparada. Hay otras familias que prefieren tener solo un portabebés, que pueda serles útil todo el año.

    Es cierto que para el verano, hay portabebés frescos, frescos, como pueden ser los llamados portabebés ligeros (tipo Tonga, Suppori, Kantan...). Este tipo de portabebés son también llamados ayudabrazos, porque no dan soporte suficiente al bebé para que el porteador tenga las dos manos libres, con ellos tenemos una mano sosteniendo ligeramente al bebé y la otra libre. 
Suppori, imagen de la web www.kangura.com
Suppori, imagen de la web www.kangura.com
Son adecuados desde que el bebé se sienta solo ya que no tenemos ese soporte a cada vértebra.




    Encontramos también las llamadas bandoleras de agua (también hay fulares), que suelen ser confeccionadas con tejido sintético perforado, por lo que a pesar de ser un tejido que no deja transpirar tanto como los naturales, esos agujeros hacen que sea más fresca, similar a las típicas camisetas de deporte. No dan demasiado soporte dado que este tejido no es estrictamente el ideal para portear, con lo que nos pueden ir bien para ratos no demasiado largos. Al dar soporte punto por punto podemos pensar en ellas para bebés antes de sentarse solos.
Sukkiri, bandolera de agua
Bandolera de agua, Crianza Natural



      Hay otro tipo de bandoleras de agua que están confeccionadas en algodón, con trama de red, lo que hace que sean mucho más frescas, ya que es como si no hubiera tela, no son pequeños agujeritos, es una red. Estas son realmente más transpirables y algo más pesadas que las anteriores, dando un poco más de soporte.

Bandolera de fular a la espalda
    Y por supuesto, las bandoleras de fular, ofrecen sostén a toda la columna del bebé, además con soporte suficiente para bebés más mayores, y tan solo con una capa de tela, que puede estar confeccionada en diferentes tejidos para hacerla más fresca (algodón, bambú, cáñamo, lino...).
Este tipo de portabebés sí es adecuado para portear a ratos más largos (sobre todo mientras tenemos bebés pequeños), y la combinación soporte-"sensación de menos calor" es muy equilibrada. Si buscas un portabebés para portear a un bebé pequeño en verano, esta es una buena opción.

    Que no se me pase que, como en las bandoleras, existen diferentes combinaciones de tejidos en los fulares, con lo que podemos encontrar fulares que sean más fresquitos de cara al verano, como el bambú o el cáñamo. Además, podemos optar por anudados más o menos frescos en función de la disposición del fular sobre nuestro cuerpo y de las capas de tela sobre el bebé.

    Hasta aquí la "mini-masterclass" sobre portabebés en verano (si necesitas más información no dudes en contactarnos).

Pero... siempre hay que ser consciente de que LLEVAR AL BEBÉ CERCA ES MÁS CALUROSO QUE NO LLEVARLO

    No existe el portabebés que nos de la sensación de que no llevamos nada, porque el calor corporal que desprendemos todos hace que cuerpo a cuerpo se multiplique. A pesar de esto, te animo a portear igual, porque tu bebé, aunque sea verano, sigue requiriendo el contacto para su desarrollo, como una necesidad básica. Y seguramente prefiere estar cerca de ti que no estarlo, aunque en ese otro lugar no sufra con el calor del verano*.
Cuando un bebé se duerme sobre nuestro cuerpo, cuando se queda tranquilo, está bien, aunque sudemos un poco, aunque nos parezca (desde nuestra perspectiva adulta) que tiene mucho calor y que estaría mejor en otro lugar.

Y ahora sí, vamos a ver las recomendaciones que te hacemos para que portees de manera más confortable cuando hace calor:

- Escoge el portabebés con el que os sintáis más cómodos/más frescos
Ese puede ser distinto para cada uno, porque por mucho que yo te diga que una bandolera es más fresca que una mochila, puede que tú te sientas más seguro con una mochila y eso sea más importante para ti, para que portees. Se trata de escoger el portabebés con el cual vayamos a portear, para dejarlo escondido en el armario, mejor no lo compres ;)

- Lleva a tu bebé poco vestido
A veces con una camiseta o body de tejido natural, o incluso solamente con el pañal.

- Que la ropa que vistes tú sea transpirable también
Es decir, de tejidos naturales, para permitirle liberar el calor extra.

- No salgas a pasear en las horas de sol más potente
Lo ideal es pasear (sea con portabebés o en carro o en brazos) cuando aún no hace demasiado calor, a primera hora de la mañana, o cuando ya remite, a última hora de la tarde.

- Camina por la sombra siempre que puedas
Cuando a pesar de todo necesitas salir a la calle en horas de sol fuerte, camina siempre por la sombra. Hazlo también aunque salgas en horas de calor más suave, mejor que el sol directo no le de a tu bebé más de unos minutos :)

- Cubre a tu bebé protegiéndole del sol
Cuando salgas, procura que no le de el sol directamente durante mucho tiempo, tu bebé necesita luz solar, pero no demasiada. Puedes buscarle un sombrerito o similar.

- Evita el piel con piel
El piel con piel nos hace sudar más, eso es un hecho, y aumenta nuestra sensación de disconfort. Aunque el sudor es la forma del organismo de reducir la temperatura corporal, a nosotros no nos resulta agradable, con lo que puedes poner una gasita entre la piel del bebé y la tuya, y así evitar sentirnos pegajosos.

- Sé consciente de que el calor es inevitable y de que tu bebé estará mejor siendo llevado
El contacto es importante para tu bebé tanto en verano como en invierno, así que proporciónale la satisfacción de esta necesidad.
Además de que para nosotros será mucho más cómodo llevarles en portabebés que en brazos.


Portear es un placer, siempre, así que no dejes de hacerlo por el clima, busca la manera de hacerlo de manera segura y confortable.


Imagen del reto Los Shorties Son Para el Verano (ve a buscarlo en Instagram)
Y tú... ¿porteas en verano? ¿Cuáles son tus recursos?


*En ese otro lugar tú crees que no siente tanto el calor, pero es posible que simplemente creas esto porque no estáis en contacto cuerpo a cuerpo. En un carro, los bebés también pueden pasar calor, más cuanto más "cerrado" vaya en él.