Hoy entramos en la Semana Mundial de la Lactancia Materna, del 1 al 7 de Agosto, y podríamos decir que hoy es el día de celebración, que al final piensas que hay días para todo... pero lo cierto es que en este caso sí sentimos que está bien que pongamos el tema sobre la mesa, porque una que ha amamantado a dos (la peque en presente) ha visto y oído muchas cosas.
El lema de la campaña de este año es <<Lactancia Materna: Un triunfo para toda la vida>>, porque los beneficios de la lactancia materna van más allá de los meses en que estamos amamantando, porque además de reducir el riesgo de enfermedades en ese periodo de tiempo, disminuye también la prevalencia e incidencia de enfermedades futuras, tanto en el niño como en la madre.
Aunque... al final a una madre que amamanta esto es lo que menos le importa...
Que sí, que está bien escucharlo, pero realmente lo que resulta valioso para una madre en relación a la lactancia es saber que puede cuidar de su hijo. Sentirse capaz de alimentarle sabiendo que tras el tiempo en que cubría las necesidades de su bebé segundo a segundo, mientras estaba en su vientre, puede seguir ofreciéndole lo mejor.
Amamantarlo porque le relaja, le alimenta, le hace engordar y sobre todo, porque les transporta a ambos a un lugar en que el tiempo y el espacio quedan suspendidos en la profundidad de la mirada del otro.
Porque la lactancia materna es lo natural como especie, es el alimento que nuestro cuerpo crea para los bebés, el alimento perfecto. Pero es que además, mágicamente, la lactancia es un complejo proceso interno repleto de hormonas que nos llevan a ese limbo maravilloso de conocimiento mutuo, de paz, de amor, de seguridad... endorfinas, oxitocina, prolactina... envueltos mamá y bebé por la magia de la Vida. Conectando sus corazones, acompasando sus ritmos, descubriéndose enamorados...
Esto es lo que debiera ser el establecimiento de la lactancia, un momento sin tiempo, sin horarios, sin restricciones, dejándose llevar, meciéndose ambos por el puerperio... piel, leche, alimento, miradas, caricias.............. aunque nuestro ser social nos lo pone algunas veces más difícil.
Las recién paridas se encuentran movidas por un cóctel de hormonas que probablemente las llevaría a zambullirse en ese mundo sin tiempo junto a su bebé, apoyadas y abrazadas por el papá, si se dejaran llevar. El nido, los primeros días...
Pero en demasiadas ocasiones el ser social les trae visitas que bienintencionadamente aconsejan, quieren tener al bebé, la miran y le preguntan: ¿otra vez...?; Y ponlo así mejor; Y ten cuidado que no se ahogue mientras mama; Y ahora llora porque tiene hambre; No habrá subido la leche... etc, etc, etc...
¿Y qué pasa en ese momento?
Pues puede ocurrir que al no dejar hacer al instinto, el bebé no se agarre bien, que la mamá no amamante verdaderamente a demanda, que ésta se sienta insegura, o que esté demasiado pendiente de otras cosas en lugar de admirar a su recién nacido.
Con esto pueden aparecer grietas u otros problemas de lactancia.
¿Y qué hacemos cuando surgen estos problemas durante la lactancia?
Vamos a visitar a nuestra matrona o al pediatra. Quizás porque tenemos grietas por mala posición del bebé o mal agarre, quizás porque tenemos una ingurgitación, quizás porque tenemos una mastitis, o porque el bebé no coge peso, o vomita mucho, o las cacas no son normales, o entramos en la creencia de que se queda con hambre...
Y entonces, a pesar de que la comunidad médica y científica sabe que la lactancia materna es lo mejor, que se evitan enfermedades, que le aportamos al bebé un plus para su sistema inmunitario inmaduro aún... nos encontramos en demasiadas ocasiones con profesionales no formados. Esto se hace evidente en estudios como este: LACTANCIA MATERNA, LA ASIGNATURA PENDIENTE DE LOS PEDIATRAS. (En el artículo verás que aunque el estudio se hizo en Canadá, algunos profesionales españoles opinan lo mismo de nuestro país, que la formación es escasa en este tema).
Así que desde aquí queremos destacar esto en el #dialactancia . Queremos pedir que los profesionales se formen, ya que es algo tan importante, visto en sus propios estudios.
- No queremos que en el hospital nos den lanolina sin mirar el agarre del bebé antes del alta.
- No queremos que ninguna madre tenga que saber más de compatibilidades farmacológicas que su médico o el médico que la visita de urgencia por una otitis.
- No queremos que cuando una madre reciente tiene problemas con el agarre, su pediatra o enfermera no sepan diagnosticar un frenillo sublingual corto, y tenga que ser en el grupo de lactancia donde le cuenten que esto se llama anquiloglosia y hay maneras de solucionarlo o minimizar efectos.
- No queremos que cuando un bebé no coge peso, lo primero que recete su pediatra sea leche de fórmula o cereales, en lugar de observar la toma y el agarre, hacer una analítica de orina o ver si hay alguna intolerancia alimentaria como por ejemplo a los lácteos que toma la madre.
- No queremos que el pediatra o la enfermera le de una fotocopia antigua a una mamá, en la que aparezca que las tomas tienen que ser a demanda, es decir, cada 2 o 3 horas, porque esto no es a demanda.
- No queremos que la enfermera le diga a la mamá de un bebé de 1 año que su leche ya no es alimento, porque no es verdad.
- No queremos que ningún médico recomiende como primera medida el destete para una mastitis, hay antibióticos compatibles y además, podemos empeorar la mastitis al no vaciar la teta.
No queremos que no hagan bien su trabajo por desconocimiento de la materia.
Así que pedimos a nuestros profesionales sanitarios que se formen, para que las lactancias sean más sencillas, para que las madres se puedan dejar llevar por su instinto con la ayuda de sus médicos y enfermeras, para que sientan su apoyo, para que no tengamos que saber más que ellos en un campo que no es el que nos toca a nosotras desde nuestro rol de madres.
Y afortunadamente hay profesionales que se forman, que buscan y se reciclan en lactancia. En los últimos días leíamos una noticia que así lo muestra, LA LACTANCIA LLEGA A LA UNIVERSIDAD. Porque se va a impartir el primer master en lactancia materna, lo cual está muy bien, ¡¡nos alegramos!!
Nosotros nos sumamos a este día con este post. Y tú, ¿qué opinas?
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