miércoles, 9 de diciembre de 2015

Los beneficios del masaje infantil, por Emma Carrasco


   Cualquier mamá, papá, abuela... que haya probado a dar un masaje a un bebé, no necesita saber más sobre los beneficios del masaje. Disfrutar del contacto de su tierna piel, de sus miradas absortas en nuestra cara, de sus balbuceos y sonrisas... TODO ESO ES YA UN REGALO ENORME PARA CUALQUIERA.

   Pero aun así es importante poner de manifiesto que el masaje a bebés conlleva innumerables beneficios y ventajas, tanto para quien lo da, como para quien lo recibe.

   *Para la mamá, papá o persona que ofrece el masaje* 

- Implicará un momento de relajación, que aportará una mejora del sistema inmunitario y una mayor oxigenación de la sangre entre otras tantas cosas. En mamás que acaban de dar a luz, puede incluso evitar tristezas o depresiones posparto.

- El masaje nos ayuda a conocer de una forma muy íntima y cercana las necesidades de nuestro bebé, que no deja de ser un ser que acaba de nacer y al que estamos conociendo poco a poco, y podremos anticiparnos a estas necesidades. 


Imagen extraída de Morguefile

Esto hará que seamos mamás y papás más seguros de nuestra capacidad de atender a nuestro bebé de un modo perfecto.


    *El bebé se colma de beneficios* 

- El masaje es una caricia muy profunda con un ritmo y dirección estipulada, y ya nadie duda de lo indispensable de recibir caricias para crecer sano emocional y físicamente.

- El tacto es el único sentido indispensable para la vida, podemos conocer a personas con discapacidad auditiva o visual, pero ¿conocemos a alguien que carezca del sentido del tacto? Para los bebés es aún más importante, ya que durante los primeros años de vida este sentido es el que les ayuda a formar un esquema del mundo que les rodea.
Ellos se comunican y aprenden mediante este sentido, por ejemplo introducen sus manitas en la boca para comprender que forma tienen o incluso que éstas forman parte de su cuerpo. 

- Se sienten realmente protegidos al ser tomados en brazos porque se encuentran apretados y contenidos. Por eso, masajear al bebé es el mejor modo para mostrarles cuanto los queremos, ya que a través de la piel pueden comprenderlo y disfrutarlo.
El masaje, por tanto, también influye directamente en la formación del carácter, hace que se sientan queridos y respetados, lo que formará adultos seguros de sí mismos y con una actitud positiva frente a la vida.


- Nuestras manos lo harán sentirse contenidos con el masaje, lo que producirá en el bebé una sensación de seguridad. Liberará endorfinas, que le harán sentirse relajado y feliz
Un bebé que se siente seguro y relajado es un bebé tranquilo, que dormirá por periodos más largos y de una forma más profunda, con menos episodios de llanto a lo largo del día, que se enfrentan mejor a las situaciones de separación como la guardería,…

- También nos ofrece la posibilidad de ayudar a nuestros hijos a encontrar una vía de comunicarnos sus miedos o su cansancio.
Los bebés carecen de la capacidad adulta de ir liberando parte del estrés del día a día poco a poco. Ellos van acumulando estas emociones hasta acabar agotados, mostrando su malestar con un llanto inconsolable. 
Con la sesión de masaje el bebé libera de un modo positivo estas tensiones evitando las explosiones de llanto. Pero a veces ocurre que después de una sesión intensa de masaje, el bebé comienza ese mismo llanto, en estos casos el bebé está expresando ese agotamiento emocional extremo.

- Al tener bebés tranquilos, tendremos bebés más sanos. Su sistema inmunitario se debilita en situaciones de estrés, pero un bebé masajeado es un bebé relajado.

- Los bebés al nacer aún no han madurado algunas de las funciones de su organismo, por ejemplo el sistema gastrointestinal. 
Muchas familias sufren viendo cómo sus bebés sienten molestias por gases. Esto se debe a que el aparato digestivo funciona de un modo precario durante las primeras semanas de vida. Mediante ciertos pases de masaje, ayudamos a vaciar su intestino aliviando su desasosiego. Además, mostraremos a su organismo el modo de trabajar de forma más eficiente, acelerando el proceso madurativo de este sistema.

- El masaje de pecho incrementa la capacidad respiratoria ampliando la oxigenación de la sangre. Esos mismos pases nos ayudarían también en situaciones de mucosidad en el pecho, ya que ablandaríamos la flema y al ampliar la capacidad de los alveolos, favoreceríamos su expulsión.

- El sistema nervioso al nacer también es inmaduro. Los bebés vienen al mundo con un número limitado de conexiones neuronales, las imprescindibles para poder reaccionar ante situaciones de hambre o frío, para elaborar gestos que produzcan en los adultos la sensación de enamoramiento,… La maduración de este sistema se realizará durante los primeros años de vida, y dependiendo de la calidad de experiencias que le aporte el entorno, éste será más o menos rico. Esto supone por ejemplo, que si tiene la posibilidad de alcanzar un coeficiente intelectual entre X o X+2, un bebé sin estímulos (como por ejemplo un bebé de un orfanato en Etiopia) alcanzará X, pero un bebé estimulado adecuadamente podrá alcanzar su máximo potencial X+2.





    El masaje es magia. 

Nos ayuda a enamorarnos, a fomentar la comunicación desde la primera etapa de vida, a formar niños alegres y sanos, estimula su crecimiento, abre el apetito, "moldeamos" futuros adultos felices, aliviamos enfermedades,… 


Y más y más y más. ¿Qué más se puede pedir?

Sin duda el masaje es una herramienta que recomiendo a todas las familias. Y que disfruto con mis hijos desde hace años.


Emma Carrasco, Educadora y Representante en Baleares de la Asociación Española de Masaje Infantil (AEMI).


     Para más información, os dejamos el blog de Emma, Caricias para toda la Vida, donde encontraréis información sobre el masaje y sus talleres. Además, os recomendamos seguirla en su página de Facebook, donde comparte y publica a diario información interesante relacionada con el contacto y la crianza.

    Antes de despedirnos, contarte que sus talleres de masaje te ofrecen la magia del contacto, que es un regalo para toda la vida, para ti, pero sobre todo para tu bebé. Una inversión de futuro.

Y por supuesto, contamos con ellos en A-brazos, ¿cómo no?
Te cuento 3 cosas que te va a aportar cualquiera de sus talleres, para abrir boca:

1- Descubrir y/o potenciar el placer del tacto y del contacto con tu bebé, tanto para ti, como para él o ella

2- Poder aliviar gracias al masaje diversas molestias con tus propias manos sobre su cuerpecito

3- Otra manera de comunicación con tu bebé a través de gestos, miradas, palabras, soniditos... descubriendo qué le gusta, qué le hace sentir mejor, qué momento es el mejor para tu hijo o hija



Y tú... ¿has pensado en disfrutar de la magia del contacto mediante el masaje?



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