martes, 20 de febrero de 2018

Porteo fisiológico, también para la reciente mamá



    Empiezo contándote que este es un post destinado a las madres, pues son las que han de tener especial cuidado con cómo portean en el postparto.

    Ya hace un tiempo que indago un poco más allá de lo que hasta ahora sabía, es uno de los motivos de que me formara en una nueva escuela de porteo, tratar de encontrar respuestas a mis preguntas.

    Siento que el porteo ha de ser cómodo, respetuoso y útil. Que hemos de mantener al bebé en la mejor postura en función de su etapa de desarrollo, pero hay algo de lo que solemos olvidarnos las madres, y es algo muy habitual en todas las historias: nos olvidamos de nosotras.

    Queremos lo mejor para el bebé, queremos seguir con nuestro día a día en nuestro hogar, manteniendo la casa limpia o llevando a hijos mayores al cole, y por supuesto, queremos poder hacer esto combinándolo con una crianza amorosa y con tacto, escuchando las necesidades de nuestro recién nacido.
    Por ello buscamos portabebés, porque son prácticos, porque me dan manos libres de nuevo, porque me permiten seguir con la rutina... y todas esas cosas que ya sabes porque las has leído en mil sitios.


¿Y qué pasa cuándo ha nacido el bebé y yo... yo estoy recién parida?


Quiero cuidar de mi bebé y a la vez tener los beneficios de las manos libres.
Quiero hacer todas esas cosas que he leído que se puede hacer porteando.
Quiero eso que me han dicho que es lo mejor.

Y claro que es mejor, pero ¿es ahora el momento?

   El embarazo y parto traen consigo importantes cambios en el cuerpo, cambios que no se restablecen de la noche a la mañana. El día del parto no volvemos a ser las que éramos sin más.
Y supone, además de cambios por fuera, cambios por dentro.



    El cuerpo debe adaptarse al peso extra, al volumen que ocupa el bebé en el vientre, debe prepararse para acompañar al bebé en el parto, y finalmente abrirse para dejar paso a su nacimiento.
Y es importante que seamos conscientes de estos hechos y más aún de cómo cuidarnos para mantener nuestra salud.



    Sin hablar aún de portear, enumeremos algunas de las cosas que ocurren en el organismo en embarazo y parto:

- Cambios en el centro de gravedad por la nueva distribución del peso
- Recolocación de los órganos internos
- Cambios en el suelo pélvico, que ha de sostener mucho más peso del que es habitual, además de que debe distenderse y relajarse para permitir el paso del bebé a través del canal del parto
- Cambios en la musculatura de la faja abdominal por el aumento de volumen
- Ligamentos distendidos por causa hormonal

    Además, el parto va a afectar a la recuperación de manera distinta en función de cómo se de. Es decir, no será lo mismo si el parto es fisiológico que si el nacimiento es intervenido o se da con cesárea.

    Por todo esto, hay que estar atenta a la recuperación y cuidar el cuerpo en este momento delicado en el que necesita ser tratado con mimo para no perjudicarlo y evitar posibles consecuencias negativas en la salud.


    Pero... ¿qué más ocurre en el postparto?

    Tenemos un bebé que requiere ser cuidado desde el contacto, como ya te he contado en muchas ocasiones. Su necesidad de contacto es básica, y para satisfacerla, debemos tenerle cerca, en brazos.
    Y como vivimos lejos de "la tribu", en muchas ocasiones sin ayuda de nadie más, solo papá y mamá... y por desgracia la mamá suele quedarse sola tras pocas semanas de nacido el bebé... es ella quien tiene que seguir haciendo todo lo demás a la vez que cuida del bebé. Cuando quizás lo natural sería descansar junto al bebé unas semanas en las que ella aún está en pleno proceso de recuperación y reestabilización.

    Pretendo con este post descubrirte esta realidad que tendríamos que tener muy en cuenta a la hora de iniciarnos en el porteo, sobre todo de forma temprana.
    Porque claro que se puede portear en el postparto, pero hemos de poner atención para encontrar la mejor manera de hacerlo para nuestro caso particular. Y desde ya te digo que la mejor manera incluiría una visita a un fisioterapeuta especialista en suelo pélvico, para que valore tu estado físico tras el nacimiento del bebé y así escojas con la información en la mano la opción de porteo más adecuada a ti y tus circunstancias personales.

    En general, yo te recomendaría optar por porteo no hiperpresivo® (un poco más abajo te cuento sobre este término), esté como esté tu suelo pélvico, al menos las primeras semanas. Así vas a cuidar a tu cuerpo en este momento especialmente delicado.
Sobre todo, estar atenta en este sentido si el parto ha sido intervenido o una cesárea. Escuchar a tu cuerpo es importante, pero es cierto que hoy en día... quizás no estamos demasiado acostumbrados, así que hay que andar con ojo con esta recomendación.


    Si tenemos mucha conciencia corporal, si en nuestro día a día previo hacíamos un trabajo con el cuerpo, puede que seamos capaces de sentir y escuchar más profundamente.

    Si no es así, no pasa nada, simplemente toma esta recomendación:
Ofrécele contacto a tu bebé de todas las maneras que se te ocurran. La lactancia, el colecho, el masaje, ... y portea de a poquito, de forma gradual, y sobre todo siendo consciente de que debemos proteger nuestro cuerpo distinto tras el parto.

    No quiero decir con esto que no debamos portear en el postparto, por supuesto que podemos. El porteo es una solución práctica, natural y maravillosa para este momento, solo que hay que ser consciente del momento que vivimos las madres para poder cuidarnos a la vez que porteamos.

    Y dirás... "pero si el porteo es tan antiguo como la humanidad, ¿por qué ahora hay que mirar tanto cómo está nuestro cuerpo para poder portear?"

Y yo te respondo en base a mi intuición y formación:

    Las mujeres de antes no eran sedentarias, estaban mucho más en forma que en la actualidad, se movían más y no pasaban tantas horas sentadas. Esta posición no hace "trabajar" de manera natural a la musculatura del suelo pélvico.
    Además, de manera instintiva, eran respetuosas con su cuerpo en relación a llevar a sus bebés, ya que el porteo tradicional ha sido básicamente a la cadera y quizás a la espalda. La forma que tenían de cargar el peso del bebé sobre el cuerpo era lo más respetuosa posible con la situación del postparto.
    A pesar de que probablemente ellas porteaban más que nosotras, a nosotras nos puede suponer muchos más problemas, por nuestro estado físico de base y por la manera que tenemos de cargar el peso.
    Hay otro punto importante, y es que portear era algo habitual para las mujeres desde la antigüedad, algo que simplemente era una forma de vida. Era una práctica que habían usado con sus hermanos, primos, vecinos... y que habían visto hacer desde bien pequeñas, y que ellas habían hecho desde bien pequeñas, portear a los otros niños. No se sentían inseguras cuando llegaba el bebé, no necesitaban una asesora. Ellas simplemente hacían lo que ya habían aprendido hacía tiempo.
    Hoy el porteo es algo desconocido hasta que nos enfrentamos a la maternidad por primera vez. Y si tenemos las ganas de probar, hemos de aprender de cero una forma de hacer que nunca antes hemos visto, o que hemos visto casi de refilón.

    Y como soluciones prácticas, quiero hablarte de un término que es interesantísimo conocer.
    Con el crecimiento del sector del porteo, y el conocimiento que han ido adquiriendo muchas de las formadoras de asesoras y las propias asesoras de porteo, hemos empezado a preocuparnos por respetar también la fisiología del adulto más allá de cuidar nuestra espalda frente a la carga del peso.
    Hoy las formaciones de porteo más al día tratan temas como el que hoy quiero traerte hasta aquí para reflexionar, el porteo no hiperpresivoⓇ*.

    Es una marca registrada de Nohemí Hervada, que acuñó por primera vez interesándose por lo que ocurría en el cuerpo del adulto al cargar el peso del bebé con la ayuda de un portabebés.


    Porque no es verdad que el porteo no tenga repercusión sobre nuestro cuerpo. Sería inverosímil planteárselo.


    Como antes te comentaba, tenemos que ser conscientes de cómo el porteo podría perjudicar a la faja abdominal y al suelo pélvico, estructuras que necesitamos tener en buen estado para no sufrir las consecuencias a medio y largo plazo.

    Para ello, hay formas de portear o portabebés que son más respetuosos en este sentido.
    Lo ideal, que busques portabebés que no den vuelta alrededor de tu cintura, como podría ser una bandolera o un fular con determinados anudados. Y si puedes portear a la cadera, mejor que delante o a la espalda, puesto que la carga del peso se da sobre otras estructuras óseas.
    
    Si necesitas más información en este aspecto, recuerda que puedes consultar por nuestras asesorías de porteo.






Y tú... ¿has tenido en cuenta tu recuperación para portear?
¿Estás buscando una opción respetuosa con tu cuerpo?


*Porteo no hiperpresivoⓇ es una marca registrada de Nohemí Hervada.


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