jueves, 18 de septiembre de 2014

Porteando en la ciudad

       Tenía pendiente este artículo desde hace unas semanas... pero la vida te lleva a veces por caminos distintos de los que tú habías planeado. Y lo escribo algo más tarde, pero aquí está ya para ti. :)

      Este verano hemos pasado unos días "en casa" de manera casi imprevista. Nos hemos dejado mimar, hemos gozado de la compañía de los que nos aman, hemos mimado a los nuestros, hemos disfrutado de las risas y la felicidad que contagiaban, y también... ¡¡hemos descubierto la ciudad!!
Y un poquito sobre esto es de lo que quiero contarte.

       En este viaje, hemos hecho turismo, que no es habitual en nuestras visitas. Habitualmente nos acercamos muy poquitos días y solemos ocupar el tiempo en ver a toda la familia y amigos a los que nos apetece abrazar. 
Pero como digo, hemos hecho un viaje un poquito más largo, improvisado, y en pleno verano, así que la mayoría de los nuestros estaban de vacaciones fuera de la ciudad, y eso nos ha hecho cambiar nuestra dinámica acostumbrada jijijiji
¡Así que hemos hecho turismo en la ciudad!

   Nos planteábamos qué hacer, dónde ir, buscando planes que fueran apetecibles para los peques de la casa. Y hemos encontrado lugares interesantes. 
Como suele ocurrir, no conocemos muchos de los rincones del sitio donde vivimos. Las responsabilidades del día a día hacen muchas veces que no mires más allá de lo que tienes al lado. Pero esta vez ya os digo que nos hemos dejado llevar por la belleza del lugar :)

       Y lo mejor de todo esto es que se nos ha hecho muy fácil ir con los peques. Lo primero, porque hemos tomado las opciones que más nos apetecían a todos, pequeños incluidos. Y segundo, porque hemos tirado tanto, pero taaaaaaanto del porteo, que ha sido una gran gozada! 


Te cuento cómo nos ha ido
#porteandoenlaciudad



     Y es que en casa porteamos a diario, pero es cierto que nuestra isla es pequeñita. La mayor parte del año no hay demasiada gente, y sobre todo, que los ambientes en los que solemos movernos no son de muchedumbres, somos más pausados y tranquilos, y buscamos lugares apacibles lejos de las masificaciones... casi siempre :)
Pero claro, nada tiene que ver ésto con una gran ciudad. Y lo cierto es que aunque me lo imaginaba, no podía yo saber desde mi experiencia de las maravillas que te proporciona el porteo en estas circunstancias. 

      Tenemos dos peques, uno de casi...4 años y una de casi...2. La pequeña lleva poco tiempo caminando, y a esa edad aún no está preparada para paseos largos, y el mayor está en un momento de reclamar más mimos y atenciones, y tampoco suele pasar caminando tales trayectos. Con lo que decidimos llevar sendos portabebés en la maletita, y nos han venido de lujo!
Nos llevamos un fular tejido y una mochila. Nunca llevamos el carro de viaje además, porque nos parece un trasto y porque al final no nos encontramos cómodos con él... y menos mal! Porque cualquiera se mete en el metro... 


     Por ejemplo, los trayectos en metro nos han resultado muy cómodos por varios motivos: 

  • Los peques se sentían seguros y protegidos entre tanta gente bien pegaditos a nosotros
  • Nosotros nos sentíamos seguros y tranquilos de que estaban protegidos entre tanta gente bien pegaditos a nosotros, sin riesgo de pérdida, ni de daños, ni de ná de ná
  • Podíamos ir más rápido de lo que lo hubiéramos hecho con carro o con los niños caminando, cuando lo necesitábamos
  • Nos era fácil movernos porque sólo contábamos con un cuerpo "algo" más voluminoso jijiji pero no con un carro por el que pedir disculpas y paso continuamente
  • Cuando los peques se cansaban de ir en brazos, simplemente les bajábamos y no teníamos que quedarnos con un trasto vacío sin saber qué hacer con él (la mochila la llevas colgando y el fular al bolso, pero el carro... a empujar mientras persigues a tus niños!)
  • Podíamos sentarnos en el metro sin bártulos que guardar o sujetar, sin tener que buscar asientos específicos para familias con carros
  • Se dormían, y sin problema, podíamos seguir con el ritmo mientras echaban su siesta tan tranquilos, porque el ruido y alboroto no les perturba cuando van pegados a nosotros, lo tenemos testado!





      Y las visitas a los diferentes lugares, también de maravilla! Ellos lo tienen todo a nuestra altura, así que es sencillo mostrarles y que vean el mundo más fácilmente. Y nos permitían seguir siempre con el ritmo, aunque se encontraran cansados, porque podían descansar colgaditos. 


  










    

   Ha sido realmente cómodo tanto para nosotros como para nuestros cachorrillos, todos hemos disfrutado de la experiencia con la mejor actitud. El mayor, que lo cierto es que ya casi nunca tiene el lujo de ser porteado, ha revivido la experiencia y le ha encantado. 
Además, mi familia encantada de vernos tan bien, tan resueltos con dos, tan relajados, tan seguros, tan confiados en nuestra capacidad de cuidado y protección... y todo esto es en parte, sin duda, gracias al porteo en nuestra vida. 


      Así que sin duda, LO RECOMENDAMOS. 


¿Y tú? ¿Porteas en la ciudad? 
¿Has descubierto también sus ventajas?

#porteandoenlaciudad

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