viernes, 12 de diciembre de 2014

Los "sustitutos" en la crianza


     Tenía varias entradas a medio montar, a medio escribir, a medio pensar... así es todo en esta "vida a medias" que me ha tocado vivir, jajaja. Pero bueno, mientras vamos tirando, os cuento lo que me ha traído hoy aquí a expresarme. 

      Hoy he visto esta foto en las redes:

Fotografía extraída de Facebook

      Iba a comentarla, a decir que menuda barbaridad... pero después he ido leyendo los comentarios de las mamás en la imagen... y me he quedado pensando sobre ello un rato. 

      Los que decidimos ser padres en esta sociedad occidental, nos encontramos con un mundo nuevo, porque como decimos muchas veces, no vivimos cercana la maternidad o paternidad antes de pensar en ello. 
Quizás has tenido herman@s cuando tú eras algo mayor, o prim@s, o amig@s tuy@s hayan sido madres/padres, pero ninguna de estas experiencias te han llevado a conocer mucho más acerca de los embarazos, partos o bebés. Cierto es que nuestro foco de atención normalmente no está puesto en estas historias antes de decidir ser padres. Debe ser que esta sociedad es demasiado individualista... o no, no sé.

       Pues este hecho hace que las ("ignorantes") embarazadas y sus ("ignorantes") parejas, necesiten leer mucho, acudan a clases de preparación al parto, reciban muchos consejos, y se sientan en definitiva poco capaces, porque "no saben nada de bebés"... 

... Y en realidad lo saben todo, sólo hay que dejarse llevar por lo que sienten.

     Pero generalmente pasamos el embarazo preguntando, leyendo, escuchando sin haber preguntado, recibiendo mensajes publicitarios... 
Y con esto nos hacemos una idea de QUÉ ES SER PADRES, DE CÓMO ES EL EMBARAZO Y SOBRE TODO EL PARTO, Y DE CÓMO SON LOS BEBÉS.
No quiero decir que no nos informemos, o que no leamos, pero no hay que tomar esto que nos dicen los libros, o la matrona, o nuestra madre, o las marcas de productos de bebés como algo CIERTO. Hay que dejarse sentir también, y sobre todo escuchar al bebé.

     Porque si hacemos sin más lo que nos cuentan, puede que nos encontremos con un bebé que no es el bebé que habíamos soñado (o con el que nos habían hecho soñar)
Lo amamos con todo nuestro corazón, pero resulta que no duerme apacible y tranquilo en su cuna, que llora al instante cuando le dejamos, que no le gusta ir a pasear en el carro tanto como esperábamos, porque siempre acabamos cogiéndolo, que pide teta mucho más de lo que nos dicen que debiera pedir... Y todo nuestro ambiente cercano reniega de eso, porque "se acostumbran" o "nos toman el pelo", "no le cojas tanto", "este bebé tiene hambre", etc, etc, etc...

      Y en algunas ocasiones estas voces suenan más fuerte que la voz interior del instinto, y no escuchamos qué es lo que nos dicen los bebés. Su lugar natural serían los brazos de sus padres. Y en lugar de ofrecérselos, porque los necesitan, como cualquier otra necesidad biológica fundamental, lo que hacemos es ofrecerles SUSTITUTOS.
Como ejemplo este cojín que le ofrece unos brazos que no son los que el bebé esperaría, pero que puede que le engañen un rato. 

       Y somos unos expertos en este tipo de sustitutos.

- Biberones sustituyendo la teta
- Chupetes, que también sustituyen la succión que les ofrecería la teta
- Hamacas que se mecen solas, dándoles el movimiento que tanto nos piden los bebés porque ello les hace creer que están en brazos.
- Muñecos o trapos con el olor de mamá
(...)

      Hace poco también surgió polémica con esta cuna, que tiene sensor de llanto del bebé y grabación de la voz de los padres para calmar al bebé... 


Y es que nos pasamos el tiempo buscando instrumentos para engañar a los bebés 


    ... para engañar a su instinto, que les pide el calor, el olor, el contacto, el movimiento, el alimento y la tranquilidad que sus padres les podrían dar sin nada más que su cuerpo



     ¿Cuál es la razón de tanto invento? Queremos ese bebé que nos han enseñado que debe ser, el que se queda tranquilo dormido sobre la cuna, el que no llora, el que pide de comer cada 3-4 horas, el que no necesita estar en brazos más que cuando al adulto le apetece... 
Pero ese bebé es muy difícil de encontrar, así que lo inventamos ;) Le damos todo eso que pide pero sin que yo tenga que cambiar mucho lo que hago, y además, manteniendo las expectativas del bebé soñado. ¡Es perfecto! ... Para nosotros... pero, ¿es perfecto para ellos? 

     Quizás un rato un bebé se deja engañar por un chupete, quizás un rato se deja engañar por esa almohada mullidita que parece unos brazos, quizás un rato se deja engañar por la cuna o la hamaca que le mece... pero su instinto le dirá irremediablemente que le faltan cosas, y el bebé llorará para pedirlas
Y si sus necesidades no son satisfechas en esos momentos porque intentamos que se sigan quedando tranquilos... puede llegar la frustración. Y el bebé se acostumbra a no tener lo que necesita. 

    Así que estos instrumentos pueden ser herramientas para determinadas ocasiones, por ejemplo, si yo pudiera dejar a mi bebé junto a esos brazos sin que llore cuando voy a ducharme, sería estupendo. Pero intentemos que sean herramientas para un momento dado, no que se conviertan en meros sustitutos de lo que de verdad necesitan nuestros bebés.

     Conozco a algunas madres que comenzaron usando un chupete porque les iba bien para algunos momentos, y después se dan cuenta de que con el paso del tiempo ese instrumento se ha convertido en un sustituto. En ocasiones se lo ponen a la fuerza, sin darse cuenta de que realmente si le cogen se termina el llanto. Lo cuento porque ellas mismas se han dado cuenta de ello, de que pudiendo cogerlos, le ponen el chupete. La primera opción se ha transformado. Ahora la primera opción no es la real sino su sustituto... ¿qué estamos ofreciendo con esto a nuestros niños?

Seamos conscientes de las necesidades de los bebés, y usemos este tipo de cosas como herramientas, pero con atención a lo que nos piden los pequeños.



Y tú... ¿qué opinas del uso de este tipo de productos?


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