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miércoles, 12 de diciembre de 2018

Nuestra lactancia, por Marta Selas


 
   Mi hermana nos ha vuelto a hacer un regalo. Por si no recuerdas el lindo texto que nos ofrecía hace dos años, lo tienes AQUÍ.
    Esta vez nos habla del nacimiento de la preciosa Arianna desde otro punto de vista, hablando de lactancia y de sus comienzos.
    ¿Te apetece leer su relato? Tiene una gran sensibilidad, y emociona mucho. Seguramente en mi caso, parte de esa emoción sea porque soy la tita... 

    Gracias hermana, un placer volver a leerte. Gracias pro permitirme compartir tu sentir.

    Os dejo con ella y sus bellas palabras...

    << Y de repente... "plum" en un segundo siento el vacío en mi vientre y al siguiente el calor en mi corazón. Te ponen encima de mí. Felicidad. Tú. Pequeñita. Con tu pelo negro. Tus pestañas. Envuelta en el olor del hogar que hemos creado estos últimos nueve meses. Te miro. Lloro. Felicidad. Mi niña...


     He leído algo acerca de esto del piel con piel. Tú pegadita a mí, sintiéndonos, conociéndonos por segunda vez tras las paredes de piel. Y te dejo hacer.
Te mueves. Te miro, loca de amor. Te vas acercando tú sola... pero mamá no puede evitar ayudarte un poquito... quizá por ansias de que llegues y ver qué se siente... quizá por ser la primera vez en la que puedo guiarte hacia un fin.
Primer error. Tú sola conoces el camino. Y llegas. Y veo tu boca que se abre medio torpe. Y la veo sumamente pequeña para todo ese pezón. Pero te agarras. Y yo enloquezco. Porque lo has conseguido! Y yo orgullosa. “Mira, mira ya se ha cogido a la teta.” Qué emoción!

     Y es esa emoción la que me ciega, no me deja sentir el dolor. Te duermes. Te miro embelesada, no puedo dejar de hacerlo. Y pienso. Que pequeña. Cuánto pelo. La hemos hecho nosotros. Estaba dentro de mí y ahora está fuera. Qué preciosa es. Me da miedo tocarla por si se rompe.
Papá te coge. Me da seguridad verle contigo. Te pone de nuevo encima de mí. Vuelve el torbellino de sensaciones al sentirnos. Dejo que te acurruques en mi pecho. Abres los ojos. Vuelves a mamar. Esta teta duele un poco, me digo. Será normal. Te duermes.


     Todos vienen a verte. No se porque, pero no me gusta que te cojan. Quiero tenerte yo. Es lo único que necesito en estos momentos. Pero al mundo de esta habitación no le importa lo que me hace falta. Y todos te cogen.
“Ay, Que preciosa.” “Mira el papá que bien le cambia el pañal.” “¿Se coge bien?” “¿Te ha subido la leche?” “¿Es buena? “¿Os deja dormir?” “Igual no tienes buena leche” “yo no le puede dar de mamar, no me subía” “¿Tu cómo estas?”.

    Intento contestar a todo con una sonrisa. No sé cómo, pero lo consigo. Estoy feliz. Cansada, agotada más bien, pero feliz. Bendita oxitocina.
Me da no sé qué sacar la teta delante de todos. No es pudor. Es miedo. He descubierto que a veces te cuesta agarrarte. Y tengo miedo de fracasar. Y de la presión de toda esa gente mirando fijamente. Sudo. No te coges bien. Cambio de teta. Por favor que se vayan. Se van.

     La enfermera pregunta, yo contesto complaciente. Me duele. “Es normal al principio”. Alivio. Menos mal que esto pasará, pienso. Quieres mamar muchas veces y con cada toma más me duele. Pero me han dicho que es normal. Tengo que aguantar.

    Entran tres ángeles en la habitación. Me moría por verlos. Los dos más pequeñitos se derriten al verte y al tocarte. El más grande me calma solo con mirarme. Y yo lloro de felicidad. Esta vez no es la oxitocina. Es una imagen preciosa que me traspasa el corazón. Le explico cómo ha sido todo el parto. Ilusionada. Ella me va escuchando en silencio. A veces habla para explicarme como debería haber sido en realidad. O como no debería haber sido. Y voy pensando lo poco que me había preparado para ese momento. La falta de información que tenía. Y me da rabia.

     Quieres mamar. Duele. Y entonces veo la luz. “No tiene que doler”. Lloro. Siento que llevo dos días haciéndolo fatal, y ni siquiera lo sabía.
Llamo a la enfermera. Necesito ayuda. No sé hacerlo. “Ponte un cojín aquí”; “cógela de esta manera”; “tiene que cogerte más areola”; “cuando veas que tiene la boca abierta mete el pezon”; “que el papá te ayude abriéndole la mandíbula por la barbilla”; “mete el dedo meñique para romper el vacío”; “ponte aceite para esas grietas”; “Ponte crema”; “Ponte tu propia leche en el pezón.” De golpe tengo mucha información, pero no sé usarla. Me siento muy mal. Lo estoy haciendo fatal. Lloro de nuevo.

     Y entonces me planto. Respiro hondo. Te miro. Me digo, esto tiene que funcionar. Me necesitas. Te necesito. Y decido relajarme y dejarme llevar. Me armo de paciencia y empiezo a aprender de ti. Coges el pezón. Duele. Te suelto. Vuelves a cogerte. Duele. Te suelto. Otro nuevo intento. Papi me ayuda a abrir más tu boca. Y por fin. Nuestra primera toma sin dolor. Las grietas están ahí, pero van desapareciendo. Lo hemos conseguido.

     Y toma tras toma nos hacemos más fuertes. Más expertas. No nos hace falta cojín. No nos hace falta nadie que abra bien tu boca. No necesitamos usar el meñique. Ya hemos aprendido. Ambas la una de la otra. Y ahora tenemos una lactancia plena. Una lactancia que ha durado 18 meses y de la que me siento orgullosa.

     Yo no tenía la información. Error de no haberla buscado, de no haberme empapado para un momento tan importante en mi vida. Luego todo el mundo me la dio, desinformándome de algún modo. Consejos de aquí, consejos de allá. No sabes de qué hacer caso y de qué no.
Así que lo único que se me ocurre decirte, si me estás leyendo y vas a ser mamá, es que leas, contrastes informaciones, hagas uso de una asesora de lactancia o de un grupo de apoyo a la lactancia. Y sobre todo, escucha a tu bebé. Y háblale. Guíate por tus instintos y no por los consejos de nadie.

     Todavía hoy hay quien me dice: “qué leche más buena debes tener para criarlos así de bien” y a mí, por dentro, me da un poco de risa. Pero respondo con cortesía. “Todas somos capaces de dar el pecho.” >>





Y tú... ¿te has informado sobre la lactancia?
¿Sabes qué cosas pueden afectar a su establecimiento?


viernes, 7 de agosto de 2015

Semana Mundial de la Lactancia Materna 2015: Amamantar y trabajar

  No había tenido tiempo de pasar a escribir esta entrada, y espero poderla terminar hoy que me pongo a ello, porque se me acaba la semana y veo que no la publico O_o

   Estamos celebrando la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2015, aunque en España, como cada año, las celebraciones públicas se suelen hacer en octubre. Esto es porque en agosto no tendrían demasiada repercusión, con la mitad de la población de vacaciones ;) y porque somos muy de fiestas en este país, eso también!

  Desde A-brazos, una vez más, nos sumamos a este evento que se lleva a cabo para promocionar y promover la LACTANCIA MATERNA como algo intrínseco del ser humano. 
Sin este mecanismo fisiológico por medio del cual la madre alimenta al bebé, no hubiéramos sobrevivido hasta hoy... Es lo que espera el bebé recién nacido, es lo único que necesita desde el momento mismo de nacer hasta aproximadamente los 6 meses de edad, y a partir de ese momento sigue siendo el principal alimento del bebé complementada con otros alimentos.

  En ocasiones se dice que es lo natural (porque es lo que la naturaleza tiene previsto) mas en el momento en el que estamos, cualquier cosa a la que etiquetemos de natural parece que es cosa solo de algunos, de los que optan por una "crianza natural", y no es así. La lactancia artificial es eso, artificial, adaptando la leche de vaca para un bebé humano, con lo que no es el ideal para ellos. 

La lactancia materna es lo normal y el ideal para tu bebé.

Lámina de la web www.mamirami.es
Además de porque tiene la composición perfecta para el bebé en cada momento y está cargada de inmunoglobulinas para potenciar el sistema inmunológico del bebé, porque es mucho más que leche.
La lactancia materna es mucho más, y claro, #lamagiadelcontacto también se encuentra en el acto de amamantar.









  Esta semana se celebra con el lema AMAMANTAR Y TRABAJAR: LOGREMOS QUE SEA POSIBLE.

  Cuántas veces he escuchado eso de que la mamá se tiene que incorporar a trabajar y entonces ya tiene que dejar la lactancia...
Pero ¿sabes qué? No tiene porqué ser así.

  Aunque es cierto que no nos lo ponen fácil:

- Baja maternal tan solo de 16 semanas: lo cual no cubre ni siquiera las recomendaciones de la AEPED y de la OMS de 6 meses de lactancia exclusiva

- Aunque exista una legislación relativa a la protección del embarazo y la lactancia, no es bastante, y en ocasiones en las empresas se la saltan

- La conciliación en este país es insuficiente... nuestras leyes no protegen la infancia ni facilitan la crianza en primera persona en ese momento en que nuestros niños más necesitan en especial de su madre

- Imposibilidad de que los niños puedan acompañarnos en los puestos de trabajo en los que esto sea posible, porque no hay ese cambio de conciencia social que lo permita. Hay muchos puestos en que el bebé o niños podría acompañar a la madre, manteniendo el vínculo en la primera infancia. Lugares en los que no exista peligrosidad y la mamá pueda estar atenta a su hijo a la vez que realiza las tareas encomendadas. Nosotros hacemos esto en A-brazos, y aunque ahora que han crecido se haga más difícil, cuando eran unos bebés, era facilísimo!

- Existe poca o nula concienciación social y empresarial para fomentar este tipo de cuidados relacionados con la crianza, entre ellos, la lactancia

- La visibilidad de la lactancia en bebés mayores de 6 meses es escasa aún, a pesar de las recomendaciones de organismos sanitarios nacionales e internacionales de mantener la lactancia hasta los 2 años o más

- Hay obstáculos culturales que hacen que algunas madres piensen que lo sano es hasta los 6 meses y después ya no es tan importante, o que otras se sientan presionadas hacia el abandono de la lactancia por motivos digamos que pudorosos

- No solemos encontrar facilidades para la extracción de leche o el amamantamiento en horario laboral, no es entendido como un derecho innegable. En demasiadas ocasiones te ves relegada al baño para estos momentos


  Por ello, parece que no es fácil mantener la lactancia más allá de la reincorporación laboral pero... si logramos sobrepasar todas estas barreras que te contaba, mantener la lactancia se convierte en FUNDAMENTAL PARA LAS MADRES TRABAJADORAS, te invito a leer el interesante y esclarecedor artículo de Ileana Medina en su blog, pincha AQUÍ.

  Mantener la lactancia en este momento de separación de nuestro bebé puede suponer una herramienta para mantener el vínculo perdido en esas horas en que no estamos juntos.
Y de paso, les seguimos ofreciendo todos los beneficios tanto físicos, como psicológicos y emocionales.

  Te voy a dejar una web fabulosa en la que podrás consultar dudas en relación a la extracción de leche, su conservación o cualquier otra consulta relacionada con la lactancia, puesto que son expertas y la web está cargada de información: ALBALACTANCIA

  Y te animo también a acudir al grupo de lactancia más cercano cuando sientas que necesitas apoyo, sobre todo para este momento difícil de la reincorporación laboral, en que quizás tienes dudas sobre cómo debéis hacer. 
En Ibiza, tenemos ABAM Eivissa, puedes pasar por su PÁGINA DE FACEBOOK, o pasar a verlas desde septiembre (este agosto están de vacaciones) cada martes en el salón de actos de las piscinas de can misses (de 17 a 19 h). 

   Por ahora, las mamás (y las familias) estamos haciendo casi todo el esfuerzo para mantener la lactancia, pero te aseguro que m
uchas personas estamos luchando para que la conciliación mejore en nuestro país, en la empresa privada y en la pública.
Yo opino que es importante que la lactancia materna forme parte de ello, que sea vista como un beneficio para el bebé/niño y para la mamá. Que se sigan las recomendaciones sanitarias, y cada vez más niños y mamás puedan seguir disfrutando de la lactancia tanto tiempo como ambos deseen, porque es un derecho de ambos.



Así que sí, AMAMANTAR Y TRABAJAR: ¡LOGREMOS QUE SEA POSIBLE!

  En casa lo hemos conseguido, en mi trabajo no ha sido complicado, pero sabemos que falta mucho trabajo para que todas las mamás puedan escoger, y si quieren mantener la lactancia, no existan estos impedimentos contra algo tan positivo y humano.



Y tú... ¿Estás cerca de tu re-incorporación laboral?
¿Has podido conciliar manteniendo la lactancia? 



viernes, 1 de agosto de 2014

Día Mundial de la lactancia materna 2014




Hoy entramos en la Semana Mundial de la Lactancia Materna, del 1 al 7 de Agosto, y podríamos decir que hoy es el día de celebración, que al final piensas que hay días para todo... pero lo cierto es que en este caso sí sentimos que está bien que pongamos el tema sobre la mesa, porque una que ha amamantado a dos (la peque en presente) ha visto y oído muchas cosas.


El lema de la campaña de este año es <<Lactancia Materna: Un triunfo para toda la vida>>, porque los beneficios de la lactancia materna van más allá de los meses en que estamos amamantando, porque además de reducir el riesgo de enfermedades en ese periodo de tiempo, disminuye también la prevalencia e incidencia de enfermedades futuras, tanto en el niño como en la madre.





Aunque... al final a una madre que amamanta esto es lo que menos le importa...
Que sí, que está bien escucharlo, pero realmente lo que resulta valioso para una madre en relación a la lactancia es saber que puede cuidar de su hijo. Sentirse capaz de alimentarle sabiendo que tras el tiempo en que cubría las necesidades de su bebé segundo a segundo, mientras estaba en su vientre, puede seguir ofreciéndole lo mejor.

Amamantarlo porque le relaja, le alimenta, le hace engordar y sobre todo, porque les transporta a ambos a un lugar en que el tiempo y el espacio quedan suspendidos en la profundidad de la mirada del otro.
Porque la lactancia materna es lo natural como especie, es el alimento que nuestro cuerpo crea para los bebés, el alimento perfecto. Pero es que además, mágicamente, la lactancia es un complejo proceso interno repleto de hormonas que nos llevan a ese limbo maravilloso de conocimiento mutuo, de paz, de amor, de seguridad... endorfinas, oxitocina, prolactina... envueltos mamá y bebé por la magia de la Vida. Conectando sus corazones, acompasando sus ritmos, descubriéndose enamorados...

Esto es lo que debiera ser el establecimiento de la lactancia, un momento sin tiempo, sin horarios, sin restricciones, dejándose llevar, meciéndose ambos por el puerperio... piel, leche, alimento, miradas, caricias.............. aunque nuestro ser social nos lo pone algunas veces más difícil.

Las recién paridas se encuentran movidas por un cóctel de hormonas que probablemente las llevaría a zambullirse en ese mundo sin tiempo junto a su bebé, apoyadas y abrazadas por el papá, si se dejaran llevar. El nido, los primeros días...
Pero en demasiadas ocasiones el ser social les trae visitas que bienintencionadamente aconsejan, quieren tener al bebé, la miran y le preguntan: ¿otra vez...?; Y ponlo así mejor; Y ten cuidado que no se ahogue mientras mama; Y ahora llora porque tiene hambre; No habrá subido la leche... etc, etc, etc...

¿Y qué pasa en ese momento? 

Pues puede ocurrir que al no dejar hacer al instinto, el bebé no se agarre bien, que la mamá no amamante verdaderamente a demanda, que ésta se sienta insegura, o que esté demasiado pendiente de otras cosas en lugar de admirar a su recién nacido.
Con esto pueden aparecer grietas u otros problemas de lactancia.

¿Y qué hacemos cuando surgen estos problemas durante la lactancia? 

Vamos a visitar a nuestra matrona o al pediatra. Quizás porque tenemos grietas por mala posición del bebé o mal agarre, quizás porque tenemos una ingurgitación, quizás porque tenemos una mastitis, o porque el bebé no coge peso, o vomita mucho, o las cacas no son normales, o entramos en la creencia de que se queda con hambre...


Y entonces, a pesar de que la comunidad médica y científica sabe que la lactancia materna es lo mejor, que se evitan enfermedades, que le aportamos al bebé un plus para su sistema inmunitario inmaduro aún... nos encontramos en demasiadas ocasiones con profesionales no formados. Esto se hace evidente en estudios como este: LACTANCIA MATERNA, LA ASIGNATURA PENDIENTE DE LOS PEDIATRAS. (En el artículo verás que aunque el estudio se hizo en Canadá, algunos profesionales españoles opinan lo mismo de nuestro país, que la formación es escasa en este tema).

Así que desde aquí queremos destacar esto en el #dialactancia . Queremos pedir que los profesionales se formen, ya que es algo tan importante, visto en sus propios estudios.


  • No queremos que en el hospital nos den lanolina sin mirar el agarre del bebé antes del alta.

  • No queremos que ninguna madre tenga que saber más de compatibilidades farmacológicas que su médico o el médico que la visita de urgencia por una otitis.

  • No queremos que cuando una madre reciente tiene problemas con el agarre, su pediatra o enfermera no sepan diagnosticar un frenillo sublingual corto, y tenga que ser en el grupo de lactancia donde le cuenten que esto se llama anquiloglosia y hay maneras de solucionarlo o minimizar efectos.

  • No queremos que cuando un bebé no coge peso, lo primero que recete su pediatra sea leche de fórmula o cereales, en lugar de observar la toma y el agarre, hacer una analítica de orina o ver si hay alguna intolerancia alimentaria como por ejemplo a los lácteos que toma la madre.

  • No queremos que el pediatra o la enfermera le de una fotocopia antigua a una mamá, en la que aparezca que las tomas tienen que ser a demanda, es decir, cada 2 o 3 horas, porque esto no es a demanda.

  • No queremos que la enfermera le diga a la mamá de un bebé de 1 año que su leche ya no es alimento, porque no es verdad.

  • No queremos que ningún médico recomiende como primera medida el destete para una mastitis, hay antibióticos compatibles y además, podemos empeorar la mastitis al no vaciar la teta.
No queremos que no hagan bien su trabajo por desconocimiento de la materia.

Así que pedimos a nuestros profesionales sanitarios que se formen, para que las lactancias sean más sencillas, para que las madres se puedan dejar llevar por su instinto con la ayuda de sus médicos y enfermeras, para que sientan su apoyo, para que no tengamos que saber más que ellos en un campo que no es el que nos toca a nosotras desde nuestro rol de madres.

Y afortunadamente hay profesionales que se forman, que buscan y se reciclan en lactancia. En los últimos días leíamos una noticia que así lo muestra, LA LACTANCIA LLEGA A LA UNIVERSIDAD. Porque se va a impartir el primer master en lactancia materna, lo cual está muy bien, ¡¡nos alegramos!!



Nosotros nos sumamos a este día con este post. Y tú, ¿qué opinas?
















lunes, 14 de julio de 2014

La crianza corporal, una cuestión de necesidades e instintos

Estamos reflexionando desde la lectura de varios artículos y entradas de blogs, interrelacionando conceptos y tomando conciencia de cómo hay una manera de hacer en la m(p)aternidad que viene desde lo más intrínseco y esencial de nosotros mismos, no se trata de algo pasajero que nos traen las modas o los momentos.

El embarazo consciente, el piel con piel, el método canguro, la lactancia, el porteo, el masaje, el colecho, los abrazos, los besos..... todo ello nos lleva a una misma cosa. Ya os voy a ir contando...



Empecemos por el principio, y es que los seres humanos nacemos inmaduros. No hablamos de lo que es nacer a término (entre la semana 37 y 42 de embarazo) o pretérmino (antes de esa semana 37), sino de algo más general de nuestra especie.

Como decimos, a nuestros bebés al nacer aún les queda un proceso largo que aúna aprendizaje, crecimiento físico y evolución natural. Aquí se podría incluir el concepto de la exterogestación. (Para otro día algo más extenso sobre el tema ;) )

Las crías de algunas otras especies son independientes en cuanto al desplazamiento, nosotros no. Muchos animales pueden deambular por si mismos siguiendo a la manada, podemos imaginar a una gacela, que a los pocos minutos está en pie; otros ni siquiera necesitan a los progenitores, las tortugas salen del huevo y por instinto saben qué deben hacer, y tienen las herramientas para conseguirlo; algunos son capaces de agarrarse al cuerpo de la madre mientras esta se desplaza, como los chimpancés.
Pero en el caso del ser humano, nuestros bebés son totalmente dependientes al nacer, no serían capaces de sobrevivir sin nosotros, sin nuestros cuidados.

Y esos cuidados pueden resumirse de forma básica en la CRIANZA CON-TACTO o CRIANZA CORPORAL


Vayamos por partes.

Nuestra inmadurez se debe a la propia evolución de la especie y al desarrollo de nuestra inteligencia.

La pelvis se hizo más estrecha cuando empezamos a caminar sobre nuestras piernas (bipedestación), y esto pudo suponer un gran cambio respecto a los partos. Se explica que tenemos embarazos relativamente cortos, dado que a través del más estrecho canal del parto no podría pasar un bebé mayor de los que ya gestamos y parimos, con un cerebro más grande, es decir, más desarrollado.
Así que la naturaleza se ha inventado la manera, los bebés nacen antes y el cerebro termina de crecer y desarrollarse tras el nacimiento.

Hay nuevas teorías que sostienen que el hecho de que los partos se den cuando aún el bebé humano es tan indefenso puede deberse a los altos requerimientos energéticos de nuestros embarazos, mucho más elevados que en el caso de otros mamíferos y/o primates. Y que las mujeres no podríamos satisfacer los requerimientos energéticos de los bebés por más tiempo.

Al final ambas teorías refieren partos "prematuros" debido al incremento de nuestra capacidad cognitiva, y parece que el camino puede ir más por encontrar la unión de ambas que por anunciar a una de ellas como vencedora sobre la otra.

La cuestión es que nuestro cerebro no está totalmente desarrollado en el momento de nacer, y que lo va haciendo en los primeros años.

Podemos decir, por lo tanto, que la mayoría de las conexiones neuronales  se llevan a cabo sobre todo durante el embarazo y primera infancia, aproximadamente unos 3-4 años. 
Neuropsiquiatras, psicólogos, antropólogos, pedagogos, pediatras, obstetras... llevan tiempo observando la capacidad del cerebro humano de establecer estas conexiones que llevan a las respuestas que damos y daremos. Y se ha constatado que esos primeros años son cruciales, porque es dónde nuestro cerebro tiene realmente un potencial ilimitado, después, nuestra sinapsis entre neuronas es mucho menor.
Esto quiere decir que todas y cada una de nuestras vivencias en esta corta etapa marcan las personas que seremos, las reacciones ante lo que acontezca en el futuro, las respuestas de nuestra vida.


Y yo cada vez veo más claro el camino.......

¿Qué podemos ofrecer a nuestros niños para que estas conexiones fluyan, para que éstas estimulen comportamientos de seguridad, placer o respeto? 

Ofrezcámosles la satisfacción de sus necesidades, ofrezcámosles una CRIANZA CORPORAL

Para ver cuáles son estas necesidades reales, vamos a hablar del CONTINUUM de la especie.




Nuestro continuum es eso que nos ha llevado a asegurarnos la supervivencia como especie durante millones de años. Esto es el instinto que lleva a los bebés a tener actuaciones y comportamientos que les permitan mantenerse con vida, y a las madres a llevar a cabo comportamientos de protección hacia el bebé que acaba de parir y al que siente debe cuidar. Hablamos de ellas porque realmente es sobre la madre dónde la naturaleza ha previsto que el recién nacido tenga todo lo que necesita.


Esto son necesidades básicas que a la vez crean conexiones neuronales saludables.


Como antes adelantábamos, la base de lo que nos pide dicho continuum biológico es el CONTACTO, empezando desde el embarazo, con presencia y conexión, hasta el nacimiento y la crianza.
El contacto es una necesidad básica de los recién nacidos...  y de las mamás. Pero también de los papás. 
Para establecer ese vínculo primario, de apego, de recibimiento, de alimento, de cuidado, de protección, de amor.


Y mantener ese contacto en el tiempo (ya sea porteando, durmiendo a su lado, cogiéndolos, abrazándolos, acariciándolos, masajeando...) es beneficioso para ellos, y también para nosotros.
A ellos les ayuda a establecer conexiones neuronales que estimulan la seguridad, el placer, el amor, la tranquilidad...
Y a nosotros, los padres, nos ayuda a sintetizar hormonas y neurotransmisores que generan confianza, armonía, placer, protección...

En definitiva, todo se hace más fácil y llevadero a pesar de las dificultades que puedan surgir...... 
y nos enamoramos perdidamente de esa criatura para siempre........

Hoy nos preguntamos ¿a quién puede interesarle que ésto no se de así? Porque es fácil que nos lleguen consejos en la línea de "déjale que llore", "no le cojas tan deprisa, que se acostumbre"... Todo esto no es más que un adiestramiento que la sociedad nos "impone o marca" para nuestros bebés, llevándonos desde el principio hacia el desapego, buscando con ello la comodidad del adulto y su reincorporación rápida al ciclo social. Sin importar nada el pequeño ser que depende de nosotros por completo.
Si el contacto es una necesidad biológica primaria, no ya solo por lo que dicen los estudios, sino que os lo cuento desde mi experiencia como madre de dos, ¿qué conseguimos obviándola? Generamos la desconexión de esos "caminitos" cerebrales que les aportan tantas cosas positivas, hacemos que no sientan el amor tal y como necesitan biológicamente, a través de nuestra presencia y nuestro contacto continuado, y hacemos que quede marcado en su memoria celular.


Los bebés nos necesitan, su continuum se lo pide a gritos, el continuum nos lo pide a gritos a nosotros.


Según todo lo que hemos expuesto, cuando dejamos a un bebé en cualquier otro lugar distinto de nuestros brazos y éste se queja o llora, es porque nos necesita, y además, si no atendemos a esta llamada, esos potenciales caminos cerebrales por andar no serán los saludables.
¿Les escuchamos?



Edito para compartir un vídeo que muestra un poco más de lo que estamos hablando :)




lunes, 26 de mayo de 2014

Usos del cojín de lactancia

El cojín de lactancia nos ofrece variedad de usos y para informarte sobre ello hemos escrito el post de hoy.

Estaría bien que a estos cojines les llamasen de otra manera, no tengo yo el nombre ;), pero en realidad no solo se usan para la lactancia. Es más, yo diría que para lo que menos sirven es para la lactancia!
En mi caso le di muchísimo uso durante el embarazo.

Los hay de varias formas, tipo herradura (como la foto de la primera fila a la izquierda) y tipo almohada (como la segunda). Los primeros tienen esa forma y no pueden variarla, los de tipo almohada si.

Empezaremos hablando de la medidas que encontramos en el mercado.
Los mas conocidos son dos, el de tamaño pequeño y el largo, aunque también podemos encontrar tamaño mini y de cuerpo entero. 

Cojín de tamaño pequeño
(imagen extraída de Google)
Cojín de tamaño largo
(imagen extraída de Google)

Cojín de tamaño mini
(imagen extraída de Google)
Cojín de cuerpo entero
(imagen extraída de Google)


















Cada uno de ellos ofrece variedad de usos, y sí que es verdad que no sólo nos va a servir para el embarazo y lactancia, también podemos darle uso en otros  momentos.
Quizás, de todos ellos, el de uso más limitado sea el mini.

PARA EL EMBARAZO

Estos cojines en el embarazo nos proporcionan un mejor descanso, al poder acomodar más fácilmente  nuestro cuerpo.

El de tamaño pequeño lo podremos usar durante el embarazo para apoyar la pierna cuando estamos tumbadas, lo que nos aporta un mejor postura de descanso, pero sólo nos dará para apoyar la pierna.
También, por supuesto, nos da para apoyar la cabeza, pero en este caso tenemos que elegir entre apoyar pierna o cabeza.
Lo mismo sucedería con el mini.

Si piensas darle uso exclusivamente en esta etapa y lo único que quieres es apoyar la pierna te recomendaría que no inviertas en este tipo de cojines y que uses de los que tienes por casa, que te sirven igual.
Si lo que te sucede es que no te vale con un cojín entre las piernas y al final acabas con la cama llena de cojines pues quizás si que te interese comprar un cojín de lactancia pero no de los pequeños, en este caso tendrías que barajar entre el largo o el de cuerpo entero.

Con el largo o el de cuerpo entero podemos apoyar la pierna y la cabeza a la vez, y abrazarnos gustosamente a ellos.
La diferencia entre estos dos, bajo mi punto de vista, es que el de cuerpo entero ocupa demasiado espacio, y si duermes en pareja no te pueden casi ni abrazar por la espalda :D
Debe de pesar bastante más lo que también tiene que influir en el transporte en el caso de que por ejemplo quieras moverlo de la cama al sofá, y al ser tan grande quizás ocupe demasiado en éste último.

Sirven muchísimo desde mitad del embarazo, que es cuando más cuesta encontrar la postura o te duele algo...

PARA LA LACTANCIA

Estos cojines se pensaron para esta etapa, para que puedas encontrar una buena postura a la hora de amamantar o dar el biberón, sintiéndote cómoda, en especial para que no encorves la espalda, ya que esto podría acabar causándote diversas molestias.

Pienso que este cojín puede venir bien a muchas madres en esta etapa, y que puede ser un buen complemento en el día a día, pero teniendo en cuenta algunas cosas importantes:

- A priori, no debiéramos depender en exclusiva de un cojín a la hora de amamantar o dar el biberón. Está bien que le demos uso en casa, pero también debemos aprender a conseguir una buena postura sin necesidad de usar nada para ello. Porque, si sólo lo conseguimos cuando contamos con el cojín, podemos limitar mucho nuestro día a día...
No nos vamos a llevar el cojín al super, al parque, al centro comercial o a dar un paseo, ¿no?

Algunas madres pueden verse limitadas si solo se acostumbran al cojín, y no sólo eso, también pueden sentirse inseguras si no lo tienen, lo que puede llevar incluso al final de la  lactancia, en especial por la falta de "vida" al no poder moverse y estar atadas a un espacio en el que puedan usar el cojín.

- Lo mismo ocurre con el agarre del bebé al pecho. Es MUY importante que haya un buen agarre sin necesidad de usar el cojín.
Si solo conseguimos que nuestro bebé se agarre bien cuando usamos el cojín nos sucedería lo mismo que antes comentaba, lo que puede ser muy triste si la mamá deseaba amamantar a su bebé y por estas circunstancias externas se terminara su lactancia. 

Siempre debemos recordar que la lactancia es algo natural y que en principio no necesitamos DE NADA para amamantar a nuestros bebes, simplemente la teta y nuestros brazos para sostenerles. El cojín es una herramienta que puede ayudarte o facilitarte para que estés más cómoda si no encuentras la postura, pero debería ser sólo un extra que te aporta comodidad.

Si tienes problemas posturales o de agarre puedes consultar en los grupos de apoyo a la lactancia de tu localidad o con asesoras de lactancia. Ellas pueden ayudarte a corregir la postura y/o ayudarte para un correcto agarre de tu bebé al pecho.

En la publicidad de estos cojines nos cuentan que "puedes tumbar sobre él a tu bebé, y tú tener las manos libres para leer, mirar una revista..."
¿No piensas que puede llevar a la desconexión mamá-bebé? ¿Y que tampoco se le da importancia a la postura de la que hablábamos antes? Hay que tener cuidado con la manera de usarlo y escoger el tipo de cojín que necesitamos. 

EN OTROS MOMENTOS

Cuando ya ha pasado el embarazo, además de para la lactancia, también podemos darle más usos. Por ejemplo: para dormir (pues sigue siendo igual de gustoso); cuando el bebé crece un poquito podemos apoyarlo o incorporarlo en él; a modo de barrera cuando dejamos a nuestro bebé en la cama (en este caso debería ser el cojín largo y teniendo en cuenta que lo suyo es NO rodear al bebé ya que puede impedir su movimiento y puede ser tremendamente PELIGROSO. Lo suyo es dejarlo extendido en un lateral de la cama).


Conclusión: Este cojín puede resultarnos una buena herramienta para aportarnos comodidad en algunos momentos, dándole utilidad más allá de la lactancia, aunque su nombre sea "cojín de lactancia", que ya os he dicho que, personalmente, fue para lo que menos beneficios le encontré ;D
Aunque repetimos que debemos comprender que sólo es eso, una herramienta de confort, que no debe ser la base para encontrar nuestra postura o el buen agarre del bebé, porque sino... sin él no podríamos amamantar, y eso no debe ser así. La lactancia es algo muy natural que no requiere de nada más. ;)

A mi el que más me gusta de todos es el largo de tipo almohada. Si tienes dudas, en A-brazos podemos ayudarte, disponemos de cojines de lactancia y estamos encantadas de asesorarte.
No dejes que te vendan solo publicidad, si compras un producto que sea para darle un buen uso, el cojín puede ser una buena compra, pero debes tener en cuenta aspectos como los que te hemos contado.